Apenas una carretera separa la escuela infantil Príncipe Valiente, del barrio San Jerónimo de Manises, del muro del aeropuerto. Delante sólo tienen un jardín y un polideportivo, por lo que el edificio recibe todo el impacto. Por ello, sus usuarios -actualmente 119 niños de cero a tres años- llevan 25 años sufriendo el ruido, desde las nueve de la mañana cuando llegan, hasta las cinco de la tarde, que se marchan. Y no sólo lo escuchan en las clases sino que puede ser ensordecedor en el patio general y en los individuales de las aulas. Y la zona de siesta es la más próxima al aeropuerto.

Durante años, los responsables de este centro, cuya titular es la Conselleria de Educación, presentaron quejas y escritos a Aeropuertos Nacionales (AENA) sin que les escucharan. Por eso les ha pillado por sorpresa que ahora el centro haya sido incluido en la zona de afección con derecho a insonorización, precisamente porque esta vez no lo pidieron. Frente a ello, AENA todavía no la considerado incluir a otra escuela infantil municipal, el centro Gesmil, pese a que la petición del ayuntamiento estaba avalada con mediciones acústicas.

"Hace años era mucho más grave. No sólo sufríamos el aterrizaje y el despegue sino que sentíamos el estruendo de la rodadura de los motores. Pero esa fase ya se trasladó al otro lado del aeropuerto y ahora es más soportable", indican los responsables de Príncipe Valiente, que matizan que el ruido que aún persiste "no es compatible con la tranquilidad que los niños necesitan para sus rutinas de juego y descanso". También apuntan que "no sólo será necesario insonorizar ventanas sino que habría que colocar alguna barrera en el aeropuerto, que sólo tiene un muro, para que afecte menos a los patios".

Incredulidad

El grupo de madres y padres que ayer por la tarde acudió a por los niños recibió la noticia con agrado pero con cierta incredulidad. "Son tantos años que nos habíamos acostumbrado al ruido, por eso nos tenían olvidados", explicaban ayer algunas de las madres, que además son residentes en barrios también afectados. Los familiares de los pequeños opinan que AENA tiene que realizar la insonorización "cuanto antes".