Una sopa de cocido de primer plato y una jugosa ración de pollo, acompañada de una ensalada. Este fue el primer menú que repartió ayer la Casa de la Caridad en su servicio de comedor social en Paterna, el primero que abre fuera de la ciudad de Valencia gracias a un convenio de colaboración con el ayuntamiento, que aporta un edificio y dotación económica.

Veintiuna personas acudieron hasta las nuevas instalaciones ubicadas en la carretera de Manises para recibir la comida de la Casa de la Caridad. Los platos fuertes del menú, que es muy calórico porque se prevé para personas que solo pueden hacer esa comida diaria, se acompañan de postre y un lácteo. Asimismo se les repartió un bocadillo y bebida para el caso que no tuvieran nada para cenar, según informaron desde la institución benéfica privada dedicada a resolver las necesidades más básicas de las personas sin hogar.

Los beneficiarios de la comida, que se ofrece desde la una hasta las tres y media de la tarde, son derivados por parte de los Servicios Sociales municipales, según las necesidades de cada persona. El primer día todo funcionó perfectamente, señalaron tanto desde Casa de la Caridad como desde el ayuntamiento. La mayoría de asistentes son españoles. "Han salido muy contentos", destacaron los responsables. Se prevé que en los próximos días se atiendan a 60 personas.