Besos y abrazos para celebrar una pequeña victoria. La suecana Francisca Martí y Sandra, madre e hija, han logrado finalmente que el banco no las dejara en la calle, al concederles un alquiler social, aunque se queda con su vivienda. El juzgado de Primera Instancia número 1 de Sueca iba a sacar esta mañana a subasta el piso donde reside en Albalat de la Ribera porque debe 8.000 euros de la hipoteca que tiene contratada con Bankia, de la cual ya ha satisfecho 98.000. Pero finalmente han conseguido frenar la subasta.

Ya habían comenzado a hacer las maletas. Hasta última hora de ayer intentaron negociar una solución que ha llegado minutos antes de la subasta. Sandra, la hija de Paqui, explica que llevaban dos años luchando para que el banco les diera una solución: refinanciar o bajar cuotas. Porque pagar 500 de hipoteca con 426 euros de ingresos es imposible. Su madre lleva tres años en el paro y no puede mantener a sus hijas. Sandra ha tenido que abandonar la universidad. Paqui explica que si no tuviera aún a su madre se vería en la calle con dos hijas. Su alternativa era volver al pueblo que abandonó víctima de la violencia de género. Ahora, respiran algo más tranquilas.