Las cuevas están rodeadas de historia desde los primeros andares del ser humano: viviendas, enterramientos, pinturasÉ El club de espeleología GEON de Onda se ha adentrado en una cavidad de Tales, llamada sima de la Moza, que posee una crónica negra de hace 165 años, cuando unos desconocidos lanzaron a su interior a un hombre y a una mujer de Sueras, dándoles por muertos. Ella sobrevivió, pero por poco tiempo, ya que al cabo de 15 días, cuando iba a declarar a Vila-real, fue asesinada a sangre fría por seis hombres armados y con el rostro cubierto.

Esta historia le fue revelada a Generoso López, miembro del GEON, a principios de los años 90 del pasado siglo por un vecino de avanzada edad de Tales, quien le acompañó a la cueva "asegurándonos que allí es donde ocurrieron los hechos, dato que le fue transferido por sus antepasados que conocieron la historia", y que corresponde a los pocos datos que se reflejan en la obra del historiador Bernardo Mundina en "Historia Geográfica y estadística de la Provincia de Castelló" en el año 1873.

Mundina sitúa los hechos en Tales, en el mes de octubre de 1848, y los describe como uno de los "más horrorosos que se encuentran en las páginas de esta historia". "Un pastor hijo de Sueras llamado Ramón N. apacentaba un ganado cabrío de un vecino de Tales, y estando en el monte llamado de la Sima, distante como unos 2 kilómetros de la población, oyó una voz subterránea que le llenó de espanto al oír que le llamaba por su nombre; poseído el pastor de un miedo horroroso, dirigía su mirada hacia todas partes, y no osaba moverse de su sitio hasta cerciorarse de donde procedía aquella misteriosa voz que con un acento trémulo y desfallecido pronunciaba de vez en cuando estas palabras: ¡Ramón! ¡RamónÉ.!", relata el historiador. El pastor halló, siguiendo la voz, una sima de más de 10 metros de profundidad, y cuando se acercó a la entrada escuchó a Teresa Traber, también de Sueras, quien le informó que había sido lanzada al agujero tres días atrás, en compañía de Floro, ya cadáver.

Alerta a las autoridades

Ante esta información, el pastor acudió a Tales, donde alertó a las autoridades, entre ellos el alcalde, al cura y a varios vecinos, quienes acudieron a la sima .Tras los primeros titubeos, y según el mismo relato, "se decidieron a descender en ella dos hombres atados por la cintura con largas sogas, y atando a la mencionada Teresa Traber, fue extraída de su horrendo encierro donde permaneció tres días con sus noches, sin tomar ninguna clase de alimento, con dos heridas graves que le habían causado gran pérdida de sangre, y recostada sobre el cadáver del llamado Floro, vecino de Sueras y conocido íntimo de Teresa".

Teresa se recuperó en Tales, y a los 15 días fue reclamada por el juez, "puesta sobre una camilla y acompañada de algunos vecinos de Tales armados con escopetas, la conducían por el camino de Onda, y al llegar a la raya del término frente al huerto de D. Rafael Querol, salieron al camino seis hombres armados con trabucos y sables, cubiertas sus caras y con trajes desconocidos. Los asesinos dispararon a la Traber dos trabucazos a quema-ropa, luego la acuchillaron con los sables, y por fin prendieron fuego a la camilla, reduciendo a cenizas a la víctima".