La inspección encargada por el Ayuntamiento de Xàbia ha desvelado el misterio del emisario submarino que vierte al mar el agua residual ya depurada. El emisario parecía roto, pero, según esta inspección, lo que está es desmontado. En su tramo final, que está a 1,3 kilómetros del canal de la Fontana, es decir, de la playa de l'Arenal, tenía un difusor, que, cuando el agua se arrojaba al mar sin depurar, evitaba que siempre fuera a caer al mismo lugar (es una zona de pradera de posidonia). Ese difusor se obstruyó de arena hace años. En realidad, no era necesario, pues el agua, ya depurada, no contaminaba. Entonces se anuló, pero se dejó como "un resto o desecho", según indica ahora la empresa que ha realizado la inspección. El alcalde de Xàbia, José Chulvi, del PSPV, indicó que, no obstante, ha pedido una reunión con los responsables de la Entidad de Saneamiento y con el secretario autonómico de Agua, Joaquín Vañó.