Retirados ya de la vida política, los exalcaldes de Xàbia Eduardo Monfort, lo fue por Bloc-Centristes, y Juan Moragues, del PP, todavía deben rendir cuentas por un supuesto amaño urbanístico de hace 16 años. La Audiencia Provincial de Alicante ha señalado para mediados de enero el juicio por el caso El Rodat. Además de Monfort y Moragues, que cuando se cometió el presunto chanchullo eran socios de gobierno, están imputados todos los integrantes de la comisión de Servicios de 1997 (la presidía Monfort, entonces portavoz del CDS) y de la comisión de gobierno. Son seis exediles (uno ya falleció) y la todavía concejala del PP, Toñi Sebastiá. Se les juzgará por un delito contra la ordenación del territorio y por otro de falsedad documental.

El juicio se ha hecho esperar. El auto de apertura de la vista oral lo firmó el 23 de marzo de 2007 la entonces titular del juzgado de primera instancia e instrucción número 3 de Dénia, Laura Alabau. El caso parecía muerto, pero este periódico ha podido saber que los imputados ya han recibido la notificación para acudir a la Audiencia de Alicante.

Todo empezó con una denuncia de dos vecinos cuyos chalés lindaban con el apartahotel El Rodat. Uno de ellos, José María Corbín Navarrete, es cuñado de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Advertían de que la promotora de El Rodat, Afinsa, se había beneficiado de la mayor edificabilidad que el PGOU concedía a un negocio hotelero para luego modificar el proyecto inicial y construir un salón de congresos, un fitness y 93 chalés "con el propósito de desvincular la mayoría de ellos de la actividad hotelera y venderos para uso residencial privado". El ayuntamiento llegó a paralizar las obras. La promotora le solicitó entonces la aprobación del proyecto reformado. Y llegó el lío.

En julio de 1997, la comisión de Servicios informó favorablemente la concesión de la nueva licencia de actividad y de obra. Y la comisión de gobierno, en noviembre del mismo año, otorgó esos permisos. Los informes técnicos y jurídicos negativos que, supuestamente, emitieron los técnicos desaparecieron del expediente (de ahí el posible delito de falsedad documental). Los denunciantes alegaron que el propio ayuntamiento había permitido una infracción del plan parcial y de su PGOU. Sostuvieron que la comisión de gobierno sabía que, al dar licencia, hacía la vista gorda con una ilegalidad urbanística.

Pero el caso El Rodat encalló en los juzgados. Ahora, 16 años después de que el consistorio permitiera el supuesto amaño urbanístico y cuando sólo uno de los imputados (la citada Sebastiá) sigue en política, llega el juicio.

Con todo, esa vista sí cierra de alguna forma una etapa política en Xàbia. Los dos exalcaldes que en enero coincidirán de nuevo en la Audiencia han sido casi complementarios. Como enemigos acérrimos, han promovido el uno contra el otro una moción de censura. Pero eso no ha sido obstáculo para que luego pactaran y se convirtieran en socios de gobierno más que bien avenidos. En la época de este supuesto amaño, Moragues, en el PP, gobernaba con el apoyo de Monfort, entonces en el CDS, y del Bloc.