Un vecino es un tesoro. El alcalde de Teulada, Antoni Joan Bertomeu, y la concejala de Relaciones con los Ciudadanos Europeos, Sylvia Tatnell, presentaron ayer una campaña para promover el empadronamiento de los residentes. La iniciativa no surge de la nada. El Instituto Nacional de Estadística ha advertido de que va a dar de baja del padrón a 2.700 vecinos de Teulada si antes no justifican que siguen viviendo en este municipio.

Ese desplome de población supone perder el 20 % del actual censo. Ahora hay 14.578 habitantes empadronados. Además, el alcalde advirtió ayer de que el ayuntamiento dejaría de percibir al año de transferencias del Estado unos 400.000 euros.

Bertomeu y Tatnell instaron a los residentes extranjeros a empadronarse, ya que así el consistorio podrá financiar más servicios. El munícipe, en el folleto de esta campaña, detalla que por cada nuevo vecinos el ayuntamiento recibe del Gobierno central 131 euros. «Y por cada 1.500 vecinos empadronados y con tarjeta médica (SIP), tenemos derecho a contar con un médico más», sostiene.

Para muchos residentes, sobre todo los alemanes, la resistencia a empadronarse es sobre todo fiscal. Pero Bertomeu aclaró ayer que sólo se es residente fiscal si se está más de 183 días del año en España.

Teulada no es una excepción. Más de un municipio se va a llevar ahora un susto. Tras años de crecimiento demográfico, ahora los padrones van a adelgazar. También Calp y Xàbia, que son otros pueblos en los que los residentes representan más de la mitad de la población, han iniciado campañas de empadronamiento.