El puerto irrumpe en el mapa del ruido de Dénia. El ayuntamiento aprobará en el pleno de este mes el plan de acción en materia de contaminación acústica. No es por iniciativa propia. Todos los municipios de más de 20.000 habitantes están obligados a aplicar un plan de ruido, que, en este caso, tendrá una vigencia de cinco años.

Ya se sabía que en Dénia el problema del ruido estaba relacionado con el ocio nocturno. La calle La Mar, en el núcleo urbano, y les Fonts, en les Marinas, coquetean con convertirse en Zonas Acústicas Saturadas (ZAS). Ahora se une un tercer candidato, el puerto. El ruido de sirenas, buques y camiones es consustancial a una dársena con una fuerte actividad de transporte de pasajeros y mercancías. Pero sorprende el alboroto nocturno. El puerto, con salas de fiestas como el Saladino (sólo funciona en verano), se ha convertido en un foco de contaminación acústica.

El concejal de Medio Ambiente de Dénia, Juan Carlos Signes, incidió en que el plan que ahora se aplicará prevé actuaciones específicas en zonas de ocio nocturno que no se han declarado ZAS. Eso significa que el consistorio deberá actuar con decisión para evitar la contaminación acústica. Además, se hará un estudio de esos tres focos de ruido y, si no bajan los decibelios, «se procederá a su declaración como ZAS», avanzó Signes.

El plan contra la contaminación acústica llega tras un verano complicado. Los vecinos de las primeras urbanizaciones de les Marines pasaron más de una noche en vela por el bullicio. A partir de ahora, podrán dormir a pierna suelta.