Después de cuatro años de abandono y expolios que dejaron el emblemático hotel Lido del Vedat de Torrent en aparente ruina, ayer comenzaron los trabajos de demolición. La entidad bancaria que es propietaria tras la disolución de la sociedad que lo gestionaba pidió licencia de derribo, a instancias del Ayuntamiento de Torrent, que había emitido diversas órdenes de ejecución por el mal estado del complejo y el peligro que suponía.
Los trabajos se están realizando con una retroexcavadora con martillo, que utiliza sistema de rodado tipo oruga. Fuentes consultadas indican que funciona amontonando escombros y después actúa desde arriba para desplomar partes del edificio. Esta tarea requerirá semanas de trabajo que ha comenzado por el ala noroeste -la ampliación realizaada en los años 80-, por el extremo más oriental.
La concejala de Urbanismo, Marisa Martínez, y el delegado de Seguridad Ciudadana, Jorge Planells, se acercaron hasta las inmediaciones del hotel para comprobar el estado de las obras de demolición. "El deteriorado estado que presentaba por el abandono, y sobre todo, por los robos continuados, ha puesto en peligro la seguridad de los vecinos de la zona durante mucho tiempo, lo que ha obligado a que se lleve a cabo este derribo", declaró el concejal de Seguridad Ciudadana, Jorge Planells.
El hotel Lido cerró sus puertas hace cuatro años en plena temporada de banquetes, como informó entonces en exclusiva Levante-EMV y comenzó el deterioro por el acceso sin control. El complejo fue saqueado en su equipamiento y sus instalaciones, como tantos otros edificios en los últimos años, habitualmente para revender los materiales. Como informó este diario hace semanas con amplio material gráfico, todo el interior fue desvalijado e incluso llegaron a demolerse muros de las estancias.
En todo ese tiempo, las quejas de los vecinos de las viviendas colindantes fueron constantes porque temían por su seguridad, dada la actividad irregular que se desarrollaba en su interior. Y según el consistorio ha explicado, se instó al banco a que "vallara el perímetro del inmueble para impedir que se siguieran sucediendo los actos vandálicos -se colocó una malla metálica el pasado verano cuando gran parte ya era irrecuperable- y, en segunda instancia, su derribo", una tarea que se inició ayer.
Con la demolición de este referente de la hostelería se cierra un ciclo de cerca de 50 años en los que el Lido, símbolo de elegancia y distinción, albergó numerosos acontecimientos de la sociedad valenciana y fue escenario de cientos de celebraciones familiares de miles de vecinos de la comarca de l'Horta Sud.
