La Unió de Llauradors ha denunciado que tras la reforma energética que entró en vigor el pasado mes de agosto «la electricidad en los pozos de riego se ha encarecido de media más de un 100%, cifra que se suma al aumento registrado durante los últimos años desde que desaparecieron las tarifas especiales para el riego agrario». Teniendo en cuenta que el gasto eléctrico representa ya más del 30 % de los costes del sector agrario, «es importante reducirlo, aunque las complicaciones para ello cada vez son más importantes y esto resta competitividad a la agricultura de regadío», afirma el sindicato agrario.