Tras siglos de abastecimiento desde pozos, contaminados progresivamente por la agricultura intensiva, la Ribera ya bebe del Xúquer. Desde ayer a media tarde. Un cambio histórico de modelo que permite destinar a suministro humano el agua de mayor calidad, la del Xúquer, que antes se usaba para el riego. Ahora, ese caudal ya llega hasta el grifo de unos cien mil vecinos de la Ribera, en Alzira, Carcaixent, Cullera, Llaurí y Favara, una cifra que se triplicará en verano.

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, inauguró ayer la infraestructura y aseguró que la Ribera tendrá el agua potable «más barata» de la Comunitat Valenciana. Pagará 18 céntimos el primer año y medio y 30 cuando se incluyan gastos de amortización y saneamiento, pero después de las elecciones autonómicas y municipales de 2015. Eso frente a los 65 del Taibilla, 41 de Valencia o 40 de Albacete, concretó el presidente.

Durante su intervención, el jefe del Consell realizó varios anuncios más: Dijo que el próximo 14 de febrero comenzarán las obras de la tercera fase del plan de abastecimiento, que llevarán el agua de calidad antes de fin de año a Algemesí y que permitirán el suministro en el primer semestre de 2015 a Sueca, Polinyà, Riola, Albalat, Benicull y Fortaleny, con otros 30 kilómetros de conducciones.

De momento, el agua ya corre a través de 50 kilómetros de tuberías que unen la potabilizadora de la Garrofera de Alzira y la ciudad de Cullera, tras una inversión de 38 millones de euros, que llegará a 55 cuando se complete el abastecimiento al resto de municipios. Desde ayer, Alzira, Carcaixent, Cullera, Llaurí y Favara dejan de tener problemas de agua potable y sus gestores se olvidan de los pesticidas y nitratos, un auténtico quebradero de cabeza para los ayuntamientos desde los años 80.

Corbera se queda fuera

Solo Corbera, de momento, se queda fuera. Podría recibir ya el agua, pero su ayuntamiento ha decidido no sumarse a la comunidad de usuarios que gestiona la potabilizadora, de la que también se han desmarcado Sueca, Riola, Albalat y Fortaleny, con mayorías de izquierda.

Para ellos, el presidente Fabra envió ayer un mensaje: «Tendrán que explicarlo a sus vecinos y lo van a tener muy difícil porque es el agua más barata de la Comunitat Valenciana», señaló.