Por si quedaba alguna duda de que la sanidad tal como se gestiona en la Ribera desde hace 15 años tiene los días contados si PSPV, Compromís y EUPV logran formar gobierno en la Generalitat en 2015, los protagonistas dejaron ayer en Alzira constancia por escrito y fotografía para el recuerdo.
El diputado de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, y los representantes autonómicos de PSPV, Ignacio Subías y EU, Marina Albiol, pusieron su firma en un documento que anuncia la reversión del hospital de la Ribera y el departamento entero a la gestión pública si hay cambio de gobierno.
Además de la significación de la firma por el lugar escogido, Alzira, precisamente donde se engendró el modelo de colaboración público-privada, el acto de ayer en la sede de la Mancomunitat tiene también una importante carga política porque demuestra que la izquierda está convencida de arrebatar el Consell al PP y porque, especialmente los socialistas, se han sacudido sus temores a aparecer en compañía de sus hipotéticos socios, en un tripartito al que el PP cuelga la etiqueta de catalanista. Incluso, a tenor de alguna de las intervenciones de ayer, en la convocatoria de la plataforma comarcal por la Sanidad Pública, los posibles socios de gobierno no esperarán ni a que el contrato en vigor entre la Generalitat y el conglomerado de empresas que lideran Adeslas y Ribera Salud llegue a su vencimiento en 2018, porque consideran que existe base para denunciar un incumplimiento de contrato antes de esa fecha. Sobre esto dieron alguna pista, como el posible trato de favor que el hospital otorgaría a los clientes de las concesionarias o a los de otras áreas, aunque el responsable socialista de Sanidad, Ignacio Subías, prefirió no mostrar más cartas, ya que, según dijo, un equipo jurídico tiene en estudio esta cuestión.
La que no se guardó nada fue la diputada de EUPV Marina Albiol, quien aseguró que las empresas «tienen motivos para tener miedo» a la llegada de un nuevo Gobierno y se mostró partidaria de organizar a la ciudadanía «para la lucha» a través «de la pedagogía», apostilló. Por su parte, el exalcalde de Sueca Joan Baldoví aseguró que hay muchos síntomas «de que algo está cambiando» y citó tres: Gamonal, la movilización contra la reforma del aborto del PP y la decisión judicial de tumbar la privatización de la sanidad madrileña tras la movilización social en la capital. Para Baldoví, esos tres asuntos dejan un mensaje: «Si la ciudadanía se une es capaz de todo».
