El Ayuntamiento de San Antonio de Benagéber pagó 50.000 euros por 5.000 libros que no existen. En 2007 el equipo de gobierno del PP encargó a la empresa Efusión. Comunicación creativa & eventos la confección de un libro para commemorar la ubicación del pueblo en su nueva ubicación en la comarca del Camp de Túria. El trabajo nunca se llegó a realizar o, al menos, no se entregó al consistorio. Pese a ello, el ayuntamiento abonó la factura de fecha 14/12/2007 mediante una transferencia bancaria. En el recibo se detallan las características del libro: tamaño 297x210, tapas duras forradas couché galsofonado con brillo, con un coste de 40.320 euros. La creatividad, diseño, artes finales y control de la producción costó 2.680 euros, que sumado 6.880 euros de IVA elevó el gasto a 49.880 euros.
Plataforma San Antonio de Benagéber descubrió el asunto en 2012 al revisar facturas que debían incluirse en plan de pago a proveedores. El portavoz Ramón Orozco declaró ayer a Levante-EMV que «nos llegaron un montón de facturas, y al repasarlas vimos que se había pagado 49.880 euros por 5.000 libros que no aparecían por ningún sitio. Además, la Generalitat concedió una subvención para los libros que se utilizó para otro fin. Ante eso, decidimos a finales de 2013 acudir a la Fiscalía Anticorrupción con toda la documentación y lo está investigando».
Este tema fue tratado en el pleno municipal celebrado el jueves y el alcalde Eugenio Cañizares reconoció que los libros no estaban y acusó al concejal de su grupo Felipe del Baño con el que mantiene un duro enfrentamiento de encargar el trabajo a la empresa Efusión. Comunicación creativa & eventos. Cañizares, en declaraci0nes a este diario, señaló que, aunque no era competencia de Del Baño en aquel momento edil de Acondicionamiento Urbano y Medio Ambiente , hizo el encargo porque «se ofreció porque conocía a mucha gente en Valencia al ser diputado en las Corts».
Cañizares reconoció que tras el encargo de los libros se volvió a contratar a la misma empresa para unos trabajos de la web municipal y vídeos sobre el parque de San Vicente, pese al incumplimiento de la firma. «Nos han timado, a veces se burlan de los controles y otras abusan de nuestra buena fe».
El alcalde nunca llegó a ver los libros. «Lo único que me enseñaron fue una maqueta con las hojas sujetas con un gusanillo, no había encuardenación de ningún tipo».
En 2007 se realizó el encargo y hasta finales de 2013 nadie en el ayuntamiento reparó en que los libros no estaban. «Nadie se dio cuenta», afirma el regidor, a pesar de que se había abonado una factura de 50.000 euros.
El ayuntamiento ha denunciado a la empresa para lograr que se le devuelva lo pagado. «Están en concurso de acreedores, ya veremos lo que pasa», sentenció Cañizares.
