Agentes de la Policía Local de Paterna se convirtieron en comadronas por un día y ayudaron a dar a luz a una joven de 22 años que se puso de parto en su domicilio sin tiempo a ser trasladada a un centro hospitalario. La madre, que se encontraba en su séptimo mes de gestación, llevaba toda la noche con contracciones, pero atribuyó los dolores a los cólicos que habitualmente padece y por ello no acudió a un hospital, según explicó a Levante-EMV.

Cuando los policías llegaron al domicilio, situado en la calle Pizarro, alertados por el 112, la joven se encontraba tumbada sobre la cama a punto de dar a luz. En la vivienda estaban con ella tanto el padre de la criatura como su suegra, a quienes también pilló por sorpresa. Así, dada la imposibilidad de trasladarla a un centro y a la espera de que llegaran los servicios médicos, una agente de la policía local fue la encargada de traer al mundo al recién nacido calmando a la madre. «En esos momentos te acuerdas de todo lo que te han enseñado o has visto y por suerte todo salió bien», recuerdaa.

Se vivieron momentos de gran tensión, hasta que la madre escuchó el llanto del bebé. «Le limpie la nariz y la boca con una toalla para que no se ahogara y la madre expulsó la placenta», apuntó esta testigo. Posteriormente llegó el SAMU, cuyos profesionales cortaron el cordón umbilical y trasladaron a ambos al hospital. Pese a ser un parto prematuro, el recién nacido, que pesó 1,600 kilos, se encuentra en perfecto estado y en la incubadora. «Tengo ya ganas de tenerlo aquí», asegura la madre.