Los nuevos hallazgos surgidos de las excavaciones emprendidas en el antiguo monasterio de Mont Sant han abierto de nuevo el debate en torno a la relevancia histórica del enclave y en cuanto a la presencia de moradores incluso antes de la dominación islámica. El director de los trabajos arqueológicos, Emili Moscardó, sostiene que existe una alta probabilidad de que en el subsuelo del hotel se conserven restos romanos e incluso vestigios de la Saiti íbera, una tesis que podría resolverse en futuras prospecciones si se profundiza en el estudio hacia niveles inferiores. Moscardó recuerda que la localidad acogió antaño una nutrida colonia de íberos, que podrían haber escogido el lugar por su inmejorable situación, en las faldas del castillo de Xàtiva.

En el mismo sentido, el historiador Marià González considera «muy probable» la presencia de un asentamiento romano en Mont Sant, dada su privilegiada ubicación. El exdirector del museo municipal enumera algunos «aspectos favorables» que alientan esta tesis, como son la cuestión de la vigilancia, así como «la posibilidad entrar y salir por la parte trasera» del enclave y el abastecimiento de agua a la población. Otros investigadores también han respaldado anteriormente este extremo apuntando al posible origen romano del monumental aljibe que se conserva en el complejo, una tesis no demostrada hasta el momento. González afirma que es «muy factible» que en época romana el lugar gozara de relevancia puesto que «la topografía no se ha modificado».