Los vertidos de piedras y tierra en el barranco del Garsibà están a nada de sepultar el pasado más remoto del Poble Nou de Benitatxell. La lengua de escombros se acerca peligrosamente al yacimiento de la Cova del Moro, que alberga restos paleolíticos de entre hace 18.000 y 20.000 años. Además, el camino abierto en el barranco facilita las cosas a los saqueadores.

Arqueólogos de la Marina Alta, tras informar este diario de que se estaban arrojando toneladas de escombros, han advertido de la existencia de este yacimiento, que además tiene gran importancia en la historiografía valenciana. Lo descubrió en el siglo XIX el investigador Joan Vilanova y parte de sus hallazgos forman parte de los fondos del Museo Arqueológico Nacional. Los vertidos, que se han denunciado al Seprona y la CHJ, continúan.