Una colorida marea de niños inundó ayer las calles de Orxeta para celebrar la XXVI Trobada d'Escoles en Valencià, de la Marina Baixa, que concentró a más de treinta colegios, asociaciones de madres y padres, entidades y los ayuntamientos de Altea, Benidorm, Callosa d'En Sarrià, Finestrat, l'Alfàs del Pi, la Nucia, la Vila Joiosa, Polop, Relleu, Sella y Tàrbena, además del anfitrión. El presidente de Escola Valenciana, Vicent Moreno, aplaudió la implicación de todas las entidades de la comarca que tienen una «amplia trayectoria en la visualización y defensa» del valenciano».

La Trobada arrancó con el pasacalle amenizado por los músicos de la Lira Orxetana, que desembocó en la zona donde se habían instalado todos los talleres y casetas. La merienda dio paso a las actuaciones de los grupos Almadrava de la Vila Joiosa y Sella.

El alcalde de Orxeta, José Vicente Férriz, aseguró que para la población es «un privilegio» acoger la Trobada porque además de la actividad lúdica es también «una fiesta reivindicativa de los que pensamos que es intolerable el ataque a nuestra lengua que está haciendo el Consell».

Escola Valenciana no quiso dejar pasar esta cita para mostrar su rechazo a la decisión de la consellera María José Català de denegar el aula de tres años al colegio Ciutat de Cremona de Alaquàs, tras cien días de encierro, y otorgarla a otro centro de la población, el Vila d'Alaquàs, que no la quiere.