El enfrentamiento entre Ikea y el Ayuntamiento de Alfafar por la apertura dominical prepara un nuevo capítulo después de que la multinacional haya presentado un recurso de alzada ante el Consell para que reconsidere su negativa a aplicar la libertad de horarios comerciales en el municipio, negativa que el Gobierno valenciano hizo pública en julio pasado. En concreto, el gigante escandinavo insiste en que Alfafar debería ser considerada Zona de Gran Afluencia Turística fórmula bajo la que se permite la apertura dominical en atención a que dispone de plazas hoteleras, cuenta con patrimonio histórico y forma parte de una atracción como el Parc Natural de l'Albufera, según ha podido saber Levante-EMV.
Sin embargo, fuentes de Alfafar destacaron ayer que el municipio únicamente «cuenta con un hotel», dispone de «una edificación considerada Bien de Relevancia Local» la construcción modernista donde está la biblioteca pública y, pese a que parte de su término está dentro de l'Albufera, «no es eso lo que atrae a la gente» a la localidad.
La Generalitat aún no se ha pronunciado sobre este nuevo recurso de Ikea y, de momento, sólo ha emplazado al consistorio a que se pronuncie al respecto dado que es parte afectada. El alcalde de la localidad, el popular Juan Ramón Adsuara, confirmó ayer que la conselleria ha dado trámite de audiencia al ayuntamiento para que, si quiere, presente alegaciones a la reclamación de la empresa sueca.
El mandatario anunció que el consistorio seguirá posicionándose en contra de la apertura dominical, «a no ser que todos los actores sociales implicados se sienten a debatir y acuerden otra cosa». De hecho, en este sentido se mostró «totalmente de acuerdo con las palabras de la directora general de Comercio, que en julio dijo que cualquier decisión sobre la libertad horaria se tendría que tomar tras oír a todos los sectores afectados». No obstante, Adsuara matizó que, en caso de que el Consell adoptara una nueva posición al respecto, ésta «debería ser aplicable a todo el ámbito de la Comunitat Valenciana o, al menos, a nivel provincial, en lugar de analizar la situación municipio a municipio».
Ikea y el alcalde de Alfafar ya protagonizaron a principios de verano un agrio enfrentamiento en el que también se vio envuelto el conseller de Economía, Máximo Buch. El origen de la polémica estaba en la petición lanzada por la multinacional al Consell para que le permitiera abrir en contra del criterio del ayuntamiento, que ya le había negado la autorización con el argumento de que los pequeños comercios y los trabajadores de las grandes superficies se oponían tajantemente.
