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La Costera

Los fieles desfilan con cirios apagados en Torre Lloris tras prohibirse el castillo

Los vecinos de la pedanía de Xàtiva abuchean al edil que anunció la anulación horas antes de dispararse

Los fieles desfilan con cirios apagados en Torre Lloris tras prohibirse el castillo

La prohibición del tradicional castillo de fuegos artificiales programado en la Torre d'En Lloris horas antes de la «disparà» que debía poner el broche final a los festejos patronales transformó en indignación la devoción que sienten los vecinos de la pedanía de Xàtiva por su día grande. Ocurrió el sábado, cuando el ayuntamiento de la ciudad, esgrimiendo una orden de la Conselleria de Gobernación, comunicó al alcalde pedáneo que el espectáculo no podía celebrarse debido a la alerta máxima por riesgo de incendio decretada a raíz de las altas temperaturas. Lo que más ha irritado a la Comisión que prepara cada año las fiestas es que no se tuviera noticia de la resolución hasta pasadas las cuatro de la tarde, cuando los fuegos artificiales estaban fijados a las 22 horas y los trámites requeridos para la autorización habían sido presentados un mes antes. Los organizadores tendrán que asumir el coste de la cancelación, unos 1.200 euros.

La respuesta de los vecinos, que financian cada año con sus aportaciones las fiestas de la Torre, no se hizo esperar. La mayoría de los fieles que participaron en la procesión celebrada la misma tarde del sábado desfilaron con los cirios apagados a modo de protesta. De forma irónica, alguien animó a los presentes a no encender las velas «por el peligro de la alerta roja» decretado y los asistentes se sumaron en masa a la iniciativa. Además, los seis integrantes de la comisión organizadora abandonaron su sitio natural junto a las autoridades y algunos habitantes que contemplaban el acto litúrgico desde las aceras dieron la espalda al paso de la comitiva institucional, que marchaba detrás de la virgen. En este grupo figuraba el concejal de Pedanías y Seguridad, José Antonio Vidal, diana de todas las críticas vecinales desde que comunicó la prohibición del castillo. Terminada la procesión, el edil fue abucheado por un grupo de personas. Otras le dedicaron cánticos de indignación durante una charanga posterior. Los vecinos consultados coinciden en que nunca se había visto tanta policía en las fiestas. Hasta ocho agentes municipales llegan a contabilizar, custodiando a Vidal y su comitiva. El regidor, que no se quedó a cenar como otros años, resta importancia a las quejas, niega incidencias reseñables y asegura que los actos transcurrieron con normalidad.

La polémica todavía constituía ayer el eje central de todas las tertulias en la pedanía. «No estamos todo el año pagando para esto». «En ningún pueblo de la contornà ha habido problemas con los castillos menos aquí y en Annahuir (otra pedanía de Xàtiva)». Son algunas de las enfervorecidas proclamas escuchadas a un grupo de jubilados que juegan al dominó. Todos se posicionan en contra del consistorio. «La gente está rebotada y es normal: al concejal no lo queremos ver ni en pintura», explica la cantaora de albaes Lola la de la Torre.

Ahora, la comisión de festejos ha de abonar a la empresa de Llanera Pirotécnia Valenciana el 50% del coste del castillo, suspendido cuando la firma estaba a punto de comenzar la descarga del material del camión.

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