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Demolición

Oliva derribará la oficina de turismo que costó 180.000 euros por no respetar los lindes

El consistorio concluye que es más barato eliminar todo el edificio que quitar solo una franja de tres metros que invadía una casa contigua

Oliva derribará la oficina de turismo que costó 180.000 euros por no respetar los lindes

Ya es definitivo. El Ayuntamiento de Oliva ha decidido la demolición completa de la Oficina de Turismo de la playa, construida en el año 2009 y que costó alrededor de 180.000 euros.

El Gobierno local, basándose en los informes técnicos, ha concluido que eliminar totalmente el edificio es más barato que cumplir la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana(TSJ) que obliga a demoler la franja de tres metros situada junto a otra parcela cuyo propietario denunció que el inmueble no había respetado la separación a lindes.

El caso motivó sorpresa en el ayuntamiento porque, aun reconociendo que el vecino había advertido de la posible irregularidad que se estaba cometiendo, todos los informes redactados por los técnicos avalaron la obra y por eso se decidió continuar con los trabajos hasta su finalización.

Generado el conflicto judicial, el ayuntamiento ganó una primera sentencia fallada por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Valencia, pero el mazazo vino cuando, al ser apelada, el TSJ dictó otra sentencia en la que daba la razón al denunciante y obligaba a derribar la pared que linda con el propietario vecino hasta dejar tres metros libres. En el consistorio se quedaron de piedra cuando comprobaron que esta última decisión judicial era inapelable, lo que dejaba al ayuntamiento sin otra salida más que la de cumplirla mediante el derribo de lo construido ilegalmente. Ahora, al redactar el informe para ejecutar la obligada demolición, los técnicos advirtieron de que, al retirar la franja de tres metros, quedaría un «edificio inútil» y que ese trabajo podría resultar mucho más caro que demoler todo el inmueble.

«Una difícil decisión»

Entre otras dependencias, con los 3 metros condenados a la desaparición se eliminaban también los aseos, el acceso a la planta superior, un almacén y gran parte de la estructura de hormigón que sustenta el inmueble de la playa.

Imma Ibiza, concejala de Turismo, señaló que, resignados a ver cómo se derriba un edificio nuevo que costó mucho dinero, el Gobierno local ya ha tomado una «difícil decisión» que se materializará en las próximas semanas.

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