El Ayuntamiento de Benetússer y la Diputación de Valencia han pagado dos veces por el mismo trabajo: un proyecto arquitectónico para ampliar el Cementerio Municipal y otro para mejorar la accesibilidad en el barrio conocido como «Los Grupos». En total, 8.000 euros que ya ha abonado el consistorio al aparejador local que en primavera hizo los diseños «en colaboración con la diputación» y que, ahora (y sin haber descartado el primer proyecto), la entidad provincial ha vuelto a encargar a otro despacho de arquitectura al que también tendrá que pagar por ese trabajo.
El doble gasto lo ha denunciado el aparejador al que inicialmente se le encargó el diseño de ambas obras, un especialista que ya cobró por aquella tarea y que asegura «no entender por qué se ha pagar dos veces por lo mismo, cuando, además, los proyectos eran perfectamente válidos porque habían sido chequeados y aprobados por la diputación». A su juicio, la entidad supramunicipal «podía haber licitado únicamente las obras y, así, habernos ahorrado a todos los contribuyentes unos cuantos miles de euros».
Fuentes de la diputación señalaron que si se ha pagado dos veces por los mismos proyectos es «porque el Ayuntamiento de Benetússer se adelantó y encargó el trabajo antes de tener el visto bueno del pleno municipal» para ambas obras.
Los diseños se encomendaron al aparejador local con un decreto de Alcaldía publicado en mayo; algo más tarde,y ya con ellos en redacción, el pleno rechazó „con los votos en contra del PSPV y los tres ediles no adscritos„ la posibilidad de que el consistorio licitase directamente las obras, lo que devolvió todo el proyecto de nuevo a la Diputación de Valencia.
Según la alcaldesa, la popular Laura Chulià, el ayuntamiento «encargó antes el diseño urbanístico porque así lo recomendaron los técnicos dada la premura que existe en la ampliación del cementerio y porque siempre se ha hecho así, ya que jamás hasta ahora se había rechazado un Plan Provincial de Obras y Servicios de la diputación». Además, insistió, «cuando se encomendó el proyecto al aparejador local, el consistorio ya tenía confirmada la subvención» de la entidad provincial para ambos proyectos: 231.551 euros. El consistorio «advirtió por activa y por pasiva a la diputación de que los diseños arquitectónicos ya estaban hechos y aprobados por sus técnicos, así que no era necesario que licitasen su redacción», como confirmaron el aparejador y la alcaldesa.
Un concurso sin publicidad
En octubre, el arquitecto técnico que inicialmente hizo los proyectos acudió a la institución provincial para interesarse por el procedimiento. «Me enteré de que, a pesar de todo, se iban a licitar los diseños e intenté presentarme; mi intención era rebajar mucho el precio porque el trabajo ya estaba hecho y pagado por el consistorio, así que no había motivo para volver a hacerlo», narró ayer a Levante-EMV.
Sin embargo, un técnico de la casa le advirtió de que la licitación ya estaba en marcha, aunque él «jamás» vio ningún anuncio del concurso público. Semanas después, en noviembre, la diputación le confirmó por correo electrónico que la redacción de los proyectos ya estaba adjudicada a una empresa de la ciudad de Valencia. Fuentes de la diputación explicaron que el arquitecto técnico de Benetússer no pudo aspirar al contrato porque se hizo mediante un procedimiento negociado sin publicidad.
