El Ayuntamiento de Alcublas, con el asesoramiento de su Servicio Informático, ha dotado a los niños del colegio público con tabletas, pizarras digitales y materiales interactivos con la intención de que el centro incorpore los nuevos avances tecnológicos.
Estas nuevas herramientas mejoran el aprendizaje y favorecen la realización de actividades cooperativas, permitiendo el desarrollo de habilidades cognitivas, así como la adquisición de las competencias básicas digitales. Según el consistori, aumentan las interacciones «entre el profesorado y el alumnado, mejorando el clima de aula, y se incrementa la motivación hacia el aprendizaje de los estudiantes. Estos factores son claves para la mejora del aprendizaje así como para los resultados académicos».
La aplicación de esta tecnología contribuye al cambio y a la modificación de metodologías en el aula porque supone la presentación inmediata de la información, es una fuente inagotable de información multimedia e interactiva, y facilita la relación de los contenidos curriculares con la realidad, en especial para aquel alumnado con mayores dificultades de aprendizaje.
Para este colectivo «la utilización de la tableta es también un factor importante de motivación, ya que captamos la atención del alumno, favorecemos la motivación en la comprensión de los temas, mejora la memoria visual, aumenta la autonomía personal, refuerza la creatividad, posibilita la búsqueda de información o el manejo de las TIC, etc. Al ser táctil, su uso es totalmente natural, lo que también ayuda al desarrollo sensorial», según el servicio informático del colegio.
«Futuro sin bolígrafos»
«Los sistemas educativos de países como Finlandia o EE UU se están adaptando para un futuro sin bolígrafos ni lápices. El sistema educativo finlandés ha decidido sustituir el aprendizaje de la escritura a mano caligráfica, no así la de imprenta, por clases de mecanografía en el teclado Qwerty a partir del curso 2016/2017. Una decisión que probablemente empezará a ser replicada en el resto del mundo, gracias a la buenísima reputación de la que goza el país escandinavo debido a sus resultados en los exámenes PISA», argumenta.
Según el departamento informático, «en Estados Unidos, los estándares sólo exigen a los alumnos la legibilidad de sus textos hasta el Primer Grado, a los siete años. Desde ese curso, los esfuerzos docentes se centran en que los estudiantes tecleen lo más rápido posible, como ocurrirá en Finlandia».
