La ceremonia es sencilla. Llega Manel Arcos a la Casa de la Cultura (o al salón de plenos) del pueblo y descarga sobre la mesa una pila de ejemplares de Acabaren com Camot o del Robatori de Benimassot. En ocasiones la sala es tan pequeña que se podría colgar el «no hay billetes». Generalmente le acompaña la bibliotecaria, el edil de Cultura o algún erudito local, que hace de presentador. Después de la charla es habitual que le compren quince, veinte ejemplares y que los firme todos.

Este ritual de presentaciones de proximidad a lo distribuidora Avon llegó este verano al número 250. Fue en concreto el 31 de agosto, en el Ràfol d'Almúnia. Pero el apostolado no cesa, y ayer sábado, cuando Levante-EMV habla con Manel, la cifra ha crecido hasta las 269 presentaciones: las tres últimas, en Rafelguaraf, Ontinyent y Beniarbeig. Han sido cinco años, trece comarcas y 47 municipios,.

Durante este tiempo, Acabaren com Camot „un perfil del bandolerismo valenciano en la primera mitad del XIX y el personaje histórico que le da nombre„ ha sido la estrella. Después le sucedieron Quan revifaben els trabucs y El robatori de Benimassot. Pero aunque ahora priman los dos últimos, Arcos sigue presentando el primero en ocasiones por segunda y hasta tercera vez en sitios como Xàtiva, protagonista de este libro.

Arcos no es como esos actores incapaces de precisar el número de películas en las que han parecido o las funciones de teatro que han representado. Lleva un minucioso control de sus desplazamientos que le ha permitido cuantificar el alcance de todas sus presentaciones hasta límites insólitos. Así, con la de Beniarbeig del viernes sumó la presentación número 269. Las ha habido en 13 comarcas: la Safor, la Marina Alta, la Marina Baixa, la Vall Albaida, la Costera, el Comtat, l'Alcoià, la Ribera Alta y la Baixa, l'Horta Sud, l'Horta Nord, la Foia de Bunyol y el Camp de Túria. Teniendo en cuenta que las presentaciones de Acabaren com Camot: bandolerisme a la governació de Xàtiva en temps de Ferran VII (1814-1833) arrancaron exactamente el sábado 25 de abril de 2009, los actos públicos para dar a conocer tanto éste como los otros dos libros posteriores arrojan una media superior a una presentación a la semana y durante cinco años.

Rutas guiadas por el libro

Manel Arcos asegura que las presentaciones de sus libros le han proporcionado «momentos muy especiales y difíciles de olvidar; he conocido personas extraordinarias, he hecho grandes amigos y, allá donde he estado, he recibido una cálida acogida por parte del público», señala. Pero lo más llamativo es que no hay plaza pequeña en la que torear. «He ido a varios sitios en los que me han asegurado que era la primera vez en su historia que se presentaba un libro», asegura. Y cita el caso de Tollos (el Comtat), que tiene 59 habitantes. «Acudieron 23 personas y se vendieron 23 ejemplares del Robatori de Benimassot». Pero para éxito, el de Benimassot mismo: la localidad objeto de estudio cuenta con unos 70 habitantes y en la presentación se vendieron 65 libros. Eso sí, en ocasiones ha probado al amargo sabor de la indiferencia. «Ha habido algunas presentaciones a las que no ha venido nadie. Y algunas en las no he vendido ni un libro», admite. Pero son la excepción, porque en muchos de los lugares a los que asiste es tan extraordinaria la llegada de un autor, que ha liquidado todo el cargamento de ejemplares.

Además de llevarlos pueblo por pueblo, Manel Arcos es su propio e hiperactivo jefe de prensa. Toda presentación se encarga de publicitarla a través de envíos masivos por correo electrónico a los medios de comunicación. De los tres libros de esta gira interminable (tiene otros anteriores) ha vendido alrededor de 4.500 ejemplares. Prácticamente libro a libro.