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Patrimonio

Un molino de 1790 que se viene abajo

Al Molí de les Xiques, una de las principales piezas patrimoniales de Silla, sólo le queda la fachada pero sigue sin proyecto de rehabilitación

Un molino de 1790 que se viene abajo

El Molí de Forés o, como es más conocido en Silla, el Molí de les Xiques, está en ruinas. La inactividad industrial y el abandono que el inmueble padeció durante años lo abocaron a un deterioro silencioso pero imparable que, el pasado mes de septiembre, estalló por fin en forma de un incendio que asoló por completo uno de los edificios con más valor patrimonial de la localidad.

No era la primera vez que el fuego se desataba dentro del recinto, aunque sí la más voraz. En marzo de 2011 las llamas afectaron a parte del edificio „las dependencias de los trabajadores y las naves adyacentes de la zona este„, pero no llegaron a alcanzar al molino en sí, un inmueble protegido que data de 1790 y que se construyó por orden del Duque de Híjar con motivo de la arribada de la Acequia Real del Júcar a Silla, además de convertirse, con el devenir de los años, en símbolo vivo de la historia local.

Dado el estado en que quedó el Molí de les Xiques tras aquel fuego y el riesgo de que se repitiese el siniestro, el ayuntamiento requirió recientemente a la empresa propietaria para que «limpiase y garantizase la seguridad en la zona», al tiempo que le exigía «un proyecto de apuntalamiento y posterior rehabilitación» del inmueble, tal como destacó ayer el alcalde, el popular Serafín Simeón. El edificio goza desde 1992 de un nivel 2 de protección patrimonial por su interés tipológico, su incidencia visual en el paisaje y su interés cultural, además de destacar sus fachadas y su estructura interior, actualmente completamente desaparecida.

Pero nada de aquello se hizo y estos días de Navidad cayó una de las dos fachadas (la norte, recayente al polígono) que aún permanecían en pie. Tras el desplome, que obligó a la propiedad a limpiar la zona con premura dado que los escombros taponaban un ramal de la Acequia Real del Júcar, sólo queda ya la fachada principal, último vestigio de lo que fue el primer molino hidraúlico de Silla y una de sus industrias pioneras.

Según Tomás Roselló, arquitecto técnico especializado en el Patrimonio Comarcal, la fachada «no presenta un riesgo inmediato de derrumbe, aunque podría venirse abajo si no se toman medidas pronto». Lo primero sería «instalar un estabilizador de fachada», similar al que desde 2010 sujeta la espadaña de la Iglesia de Ntra. Sra. de los Ángeles de Silla. El resto de la estructura del molino, sin embargo, «ya se ha perdido para siempre».

La reconstrucción: un sueño

Pese a que la ley establece que los edificios protegidos en estado de ruina o ya destruidos «sean reconstruidos», el alcalde de la localidad considera una utopía esa posibilidad. «Hay que ser conscientes de cuál es la actual situación económica y, sobre todo, del estado de las arcas municipales, que no podrían afrontar la ejecución subsidiaria de una obra de esa envergadura», aseguró Simeón.

Sin embargo, según Tomás Roselló, el ayuntamiento «debería al menos instar a la conservación óptima de la fachada principal» „lo único que queda en pie„ para, posteriormente, «exigir la rehabilitación y adecuación del inmueble». Su opinión la comparte Valentín Mateos, edil de EU en Silla, quien ayer criticó que «el consistorio no haya hecho nada para evitar la destrucción del Molí de les Xiques pese a ser, posiblemente, el principal patrimonio histórico de Silla».

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