Vicente Salvador Barber, de l´Alqueria de la Comtessa, no oculta su enfado. Descarga toda su ira contra el Consell de la Generalitat, del PP, y más concretamente contra la Conselleria de Bienestar Social. Ha acudido a todas las vías posibles para reclamar los más de 8.600 euros que le adeuda la Administración autonómica por las ayudas de la dependencia de su padre, enfermo de alzhéimer, pero todos sus pasos han sido en vano hasta el momento. La deuda crece cada mes, puesto que el dinero que la Generalitat no le paga a su familia corresponde al incremento de la ayuda destinada a su padre, de 91 años, después de que en 2010 la conselleria le aumentara el grado de dependencia al máximo posible. Son unos 200 euros al mes.
A Salvador Barber Savall le diagnosticaron la enfermedad en 2007. Solicitó beneficiarse de la prestación a la que tenía derecho por la Ley de la Dependencia. Tras varias reclamaciones, la resolución les llegó un año y un mes después de que le realizaran una evaluación. Se le cifró entonces una dependencia de grado 2 nivel 2. Hasta cinco meses después no le asignaron la prestación mensual de 328 euros.
En 2010, viendo que el estado de su padre había empeorado considerablemente, Salvador solicitó un aumento en el grado de dependencia, lo que significaría un incremento también en la prestación. Se lo concedieron en agosto de 2010, pasando a tener un grado 3 y nivel 2 de dependencia. Le correspondía cobrar esos 200 euros más al mes pero es un dinero que no ha percibido nunca. «No solo no nos pagan lo que nos deben, sino que, en 2011, con la excusa de la crisis, le recortaron la prestación a mi padre en unos 100 euros», explica Vicente Salvador. El anciano cobra actualmente 235 euros.
Hace cuatro años y cinco meses que la familia espera recibir el dinero. La deuda acumulada en concepto de retroactividad suma 8.640 euros. «Tienen un morro tan grande que si salen a la calle y caminan se lo pisan», dice Salvador refiriéndose a los responsables de la Conselleria de Bienestar Social. Con toda probabilidad, si algún día la Generalitat les anuncia que le paga, lo hará de forma prorrateada, en varios años.
El hijo de Salvador ha solicitado un encuentro con la consellera, Asunción Sánchez-Zaplana, y se ha presentado varias veces en la sede del departamento, en Valencia, solicitando que le paguen los atrasos. «Que se dejen de tanto invertir en proyectos faraónicos y que destinen el dinero para la gente y la dependencia», critica.
Salvador Barber actualmente se dedica al cien por cien a sus padres. Su madre, de 82 años, que en los primeros años cuidaba de su marido, también sufre alzhéimer. «Con ella lo tenemos todo arreglado pero también tuvimos que pelear lo nuestro». De hecho, actualmente aún está a la espera de cobrar otros 6.000 euros que el Consell le adeuda en concepto de retroactividad de la ayuda de su madre. Ese dinero, que sumaba otros 8.000 euros por los atrasos, la Generalitat se comprometió a abonarlo en cuatro años, a razón de 2.000 euros. De momento solo han recibido una paga y el Consell debe a la familia de Salvador, 14.000 euros. «La verdad es que nos hacen mucha falta porque solo en medicinas nos gastamos 650 euros al mes, porque muchas ya no las cubre ni la Seguridad Social y si no fuera por estas pastillas los dos habrían fallecido ya».
