El parque de emergencias de Yátova (La Hoya de Buñol) apareció ayer repleto de pintadas de apoyo al brigadista que fue despedido por la empresa Tragsa tras mostrarse crítico con la intervención llevada a cabo en el incendio de la Torre de les Maçanes, Penàguila y Benifallim, en el que se produjeron dos muertes. La acción, que también afectó a los vehículos de extinción del fuego situados en el interior del recinto, está siendo investigada por la Guardia Civil.
Los brigadistas que acudieron por la mañana al parque de Yátova para incorporarse a sus puestos de trabajo se encontraron con que los exteriores estaban llenos de pintadas y que no podían acceder al mismo porque la cerradura había sido inutilizada. Cuando lograron entrar 20 minutos después -tiempo durante el cual el parque estuvo fuera de servicio-, comprobaron que la acción también había afectado a las dependencias interiores, e incluso a los vehículos.
La mayor parte de las pintadas pedían la readmisión por parte de Tragsa de Francisco Peralta, conocido por Panxo entre sus compañeros. Este brigadista fue despedido tras el incendio de la Torre en agosto de 2012, argumentando la empresa que había amenazado a un superior. Sin embargo, componentes de las brigadas e incluso la junta de personal de los bomberos criticaron el despido, al considerar que obedecía a que Peralta exigió en reiteradas ocasiones que se efectuara una investigación a fondo de lo sucedido en el incendio en que fallecieron un brigadista y un agente forestal.
Una sentencia del Juzgado de lo Social calificaba este pasado mes de febrero el despido de improcedente, pero según el propio interesado, Tragsa sigue negándose a readmitirlo y le ofrece a cambio una indemnización.
Según la información facilitada, la Guardia Civil acudió ayer al lugar de los hechos para investigar lo sucedido, al tiempo que Tragsa obligó a los brigadistas a limpiar las pintadas de los coches.
