Ensuciar la calle puede salir muy caro, aunque sea con cáscaras de pipas. El Ayuntamiento de Alzira acaba de imponer una multa de 350 euros a un menor que ignoró las sucesivas advertencias de la Policía Local para que dejara de lanzar las cáscaras al suelo cuando el pasado mes de febrero se encontraba sentado en un banco de la plaza Mayor. No es la primera vez que el consistorio impone una sanción por esta misma acción y por este mismo importe en aplicación de la Ordenanza Municipal de Limpieza Urbana, que prohíbe taxativamente «tirar y abandonar en la vía pública toda clase de productos que puedan deteriorar el aspecto de la limpieza de la ciudad». En ocasiones anteriores la infracción también se cometió en la plaza Mayor, junto al parque infantil, donde es frecuente la concentración de personas en torno a un banco compartiendo paquetes de pipas. La junta de gobierno ha aprobado la imposición de esta nueva sanción por ensuciar la vía pública al comer pipas en un banco de la plaza Mayor. El implicado en esta ocasión es un menor que, según la resolución, hizo caso omiso de las indicaciones que le realizaron los agentes «en numerosas ocasiones» para que dejara de lanzar al suelo las cáscaras antes de formalizar la denuncia por el incumplimiento de la ordenanza.
Los hechos se remontan a mediados del mes de febrero. El parte policial provocó que se iniciara un expediente sancionador, un proceso en el que la familia del menor agotó el plazo de audiencia concedido por el consistorio sin intentar rebatir la infracción que se le atribuía, por lo que se ha confirmado la multa de 350 euros que se contemplaba al incoar el procedimiento.
