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Las bandas protestan por la mala calidad de los instrumentos donados por la diputación

Las sociedades musicales de la provincia exigirán piezas que se ajusten a las calidades que les había prometido

Si los instrumentos de mala calidad donados por la Diputación de Valencia a las sociedades musicales de la Ribera Baixa han causado indignación entre las bandas, la respuesta del ente provincial a su reclamación para que les den otros mejores que se ajusten a lo que se les había prometido ha molestado todavía más a las sociedades musicales afectadas.

Éstas no entienden que la institución que preside Alfonso Rus se desmarque de los defectos en el material que ella misma ha entregado y que remita directamente al proveedor para subsanarlos. Por ello, el presidente de la comarcal de la Federación de Sociedades Musiales, el suecano Guillermo Colechá, ha anunciado que propondrá en la próxima reunión de este organismo que se celebrará a finales de mes la creación de un frente común con el resto de bandas de la provincia que se hallan en la misma situación, ya que según advierte este fenómeno no es privativo de la comarca.

La intención es lograr que se les cambien los instrumentos que ahora rechazan al entender que no cumplen con los parámetros de calidad que se les prometían en las bases de la línea provincial de ayudas «Retrobem la nostra música» 2013-14, a través de la cual la diputación entrega en especie a las bandas instrumentos con el objetivo de que las agrupaciones alcancen el mejor nivel de desarrollo en sus interpretaciones. Colechá niega que, tal y como argumenta la diputación, el precio y la calidad de los instrumentos que figuraba en las bases de la subvención fueran orientativos y, por tanto, no son de obligado cumplimiento. «En ninguna parte de la convocatoria figura que eso sea así», replica.

«No es la primera vez»

El dirigente de la federación comarcal asegura que «no es la primera vez» que las sociedades reciben instrumentos que no se adecuan a lo prometido. En anteriores ediciones del Retrobem llegaron a encontrarse unos de cuerda que venían desmontados, por lo que se vieron obligados a llevarlos a un lutier, lo que les salió más caro que haberlos comprado. En esta ocasión, una de las ocho bandas de la Ribera Baixa beneficiarias que se han quejado ha visto como un clarinete de madera se le ha partido sin ni siquiera llegarlo a usar «por la mala calidad del material que no supera un cambio de temperatura», lamenta Colechá.

Las sociedades tampoco descartan tomar medidas legales y explorarán la posibilidad de reclamar a través de esta vía en caso de que no se llegue a un entendimiento.

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