Las mudanzas de hospitales son complicadas y requieren que todos arrimen el hombro, pero ayer en Gandia se produjo una situación cuanto menos anómala. Trabajadores del hospital, algunos de ellos sanitarios vestidos de calle, transportaron sin inmutarse cajas, legajos, expedientes e incluso equipamiento médico sensible desde el viejo al nuevo centro en coches particulares. Camillas y carritos sobre ruedas fueron los medios más utilizados para llevarse los últimos enseres, ante el asombro de muchos transeúntes. El hecho también sorprende, ya que la Conselleria de Sanidad ha contratado a una empresa especializada para realizar esta labor de logística, pero parece que todavía quedaban algunos flecos.

Preguntado por esta circunstancia a su llegada al nuevo centro, el conseller de Sanidad, Manuel Llombart, no lo negó, pero dijo que se trataba de hechos puntuales. «Algunos trabajadores quizá hayan tenido el celo de querer llevarse sus pertenencias o útiles de trabajo», afirmó Llombart, y matizó que el traslado se ha realizado, en general, «de forma profesional, con una empresa que se ha contratado para este efecto». El director-gerente del hospital, Rafael García-Dolz, apostilló que ayer no se obligó a trabajar a nadie que no le correspondía en su turno, más allá de los que se ofrecieron voluntarios.

Al margen de esta «mudanza exprés» de última hora, el representante de CC OO-PV en el Comité de Seguridad y Salud del hospital, Javier Vizcaíno, denunció la «improvisación» con la que se ha efectuado el traslado.

Los trabajadores incluso temieron que se hiciera antes del 1 de abril, fecha a partir de la cual la Ley Electoral prohíbe inauguraciones y visitas de este tipo, pero en el PP ha imperado la cordura y el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha preferido realizar un traslado con todas las garantías antes que hacerse la foto cortando la cinta.

Ahora bien, tanto UGT-PV como CC OO-PV siguen denunciando que el nuevo hospital tiene fallos garrafales, algunos de los cuales parten de su diseño arquitectónico. «El viernes se cayó una placa de yeso en el techo de un quirófano», se lamentó Antonio Agustí, de UGT-PV.

La lista es larga, y la expondrán en la Junta de Personal convocada para el próximo 20 de abril: sigue cerrado el aparcamiento subterráneo, no hay helipuerto, faltan lavacuñas en servicios como Pediatría, no hay enchufes en lugares estratégicos, un cuarto de baño está estropeado, para acceder a Medicina Interna hay que pasar antes por Pediatría -con el consiguiente impacto que pueden tener para los niños determinadas situaciones- una consulta de Odontología no tienen suficiente iluminación natural, y el almacén carece de zona de carga y descarga, entre otros. «Si no arreglan estos fallos, esto en verano, con la llegada de turistas, puede ser un caos», advierten.