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Historia local

El límite oculto de Rafelbunyol

El mojón del siglo XVIII que marcaba uno de los límites del municipio ha permanecido semienterrado durante décadas

El límite oculto de Rafelbunyol

Rafelbunyol es uno de los municipios que fue naciendo al amparo de la Vía Augusta, pues, apenas a un kilómetro de distancia de este camino, su primer núcleo poblacional fue aumentando, claramente, durante la etapa de Sharq al-Andalus. Así lo confirma la carta puebla que Pedro III otorgó el 15 de julio de 1280 a los musulmanes que viniesen a habitar la alquería de Rafelbunyol, propiedad del escribano Ramón Escorna.

Muchas veces he ido a Rafelbunyol, más en una de las ocasiones tuve la suerte de redescubrir un elemento patrimonial, de primer orden, en la historia de esta localidad y del Nuevo Camino Real de Valencia-Barcelona.

Se trata de un mojón de término situado a la parte izquierda de la carretera, yendo en dirección a Barcelona, y que en la actualidad ha quedado prácticamente invisible por dos motivos: por el abandono y los matorrales que crecen a su alrededor; y porque los operarios y capataces, al hacer el nuevo firme de la carretera Nacional-340, no tuvieron el más mínimo respeto por este elemento patrimonial caminero y lo dejaron abandonado y semienterrado más de medio metro. Con lo cual, más parece un estorbo que algo que define al pueblo de Rafelbunyol y forma parte de la Historia de esta vía litoral tan antigua, a la que tanto debemos en l'Horta Nord.

Este hito, que señala y delimita el inicio del término municipal de Rafelbuñol en el Nuevo Camino Real se colocó, posiblemente, al inicio de los trabajos de remodelación del Camino Real, entre Valencia y Barcelona.

Más de 200 años de historia

Estos trabajos «debieron emprenderse hacia mediados de la década de 1780 y en 1800», por ello, «no se trata de un camino propiamente nuevo, sino de la habilitación del que ya existía», tal como recoge el libro «Hostales y Ventas en los caminos históricos valencianos» de J. Piqueras y C. Sanchis. Por tanto, estamos hablando de un elemento histórico patrimonial tanto del Camino Real como de Rafelbunyol de finales del XVIII o principios del XIX, es decir, con más de 200 años de historia.

Esta señal de piedra, que tiene la misma forma que los leguarios de finales del ochocientos, tiene cincelado el nombre de «Rafelbuñol» y está situado, justamente, en el lugar en el que comienza el término municipal en su frontera con el Puig de Santa María.

Cabe afirmar que al cabo de los años „y de los siglos„, se va perdiendo la memoria histórica. Pero, ¿sería Rafelbunyol lo que es sin el Camino Real junto a su término? ¿Habría evolucionado del mismo modo? ¿Fue la Vía Augusta, posteriormente llamada Camino Real, un condicionante en su nacimiento, evolución y desarrollo? Evidentemente, el Rafelbunyol del siglo XXI le debe mucho a esta ruta litoral. Sus ciudadanos y el ayuntamiento debieran poner en valor, rescatar, restaurar y colocar en un lugar privilegiado este elemento patrimonial que debe servir para repensar nuestro ser histórico como pueblo. El estudio y reflexión que tiene como punto de partida el patrimonio nos hace ver que no podemos dilapidar el esfuerzo y trabajo de nuestros antepasados con decisiones repentinas, irreflexivas y caprichosas en la construcción de nuestras sociedades y pueblos.

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