Este fin de semana diversos vecinos de Cullera ya han empezado a sufrir picaduras de mosquitos o de la todavía más temible mosca negra. Algunos de los afectado incluso han tenido que acudir al Centro de Salud. Es el caso de un hombre que se encontraba el sábado en la zona de la Partideta y tuvo que ir al servicio de Urgencias tras acabar con las piernas repletas de picaduras muy molestas, según relató el portavoz de Compromís, Pere Manuel, en el pleno municipal que tuvo lugar ayer. La acción de los insectos deja muestras muy visibles en la piel de los afectados.

Pere Manuel preguntó al gobierno local si ya se han iniciado los tratamientos pertinentes para evitar casos como éste, pero el edil de Servicios Exteriores y Agricultura, Juan Montañés, indicó que el pasado jueves se celebró el Consell Agrari y nadie le trasladó ninguna queja. No obstante, desde Compromís pidieron ayer que se inicien las fumigaciones oportunas por el término municipal para evitar que proliferen los mosquitos y que los vecinos sufran las molestas picaduras. Pere Manuel advirtió que la propagación de estos insectos puede constituir «un peligro para la salud pública». Otras fuentes atribuyen el dolor tan intenso y el hinchazón tan llamativo que presenta algunos afectados a la denominada mosca negra

De hecho, una menor ha tenido que ser tratada con antibióticos y cremas al aparecerle una picadura de gran tamaño junto a la axila. «La picadura es como un vaso de agua», explicaba ayer su madre. Otra vecina del barrio de San Antonio también ha sufrido diversas picaduras por todo el cuerpo, al igual que otra mujer que trabaja en la zona del Racó. También en la zona del Brosquil se ha apreciado un aumento de los mosquitos.

El año pasado las fumigaciones contra el mosquito tigre y el mosquito común se iniciaron en el mes de mayo y tuvieron una periodicidad quincenal.