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Investigación

En busca del pasado romano

El Ayuntamiento de Aldaia acuerda con la UPV investigar los restos de la vila de «l'Ereta dels Moros»

Aldaia esconde sus orígenes entre campos de algarrobos y olivos. Investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) realizarán un estudio de la vila romana «l'Ereta dels Moros», donde entre finales del siglo XIX y los años 20 del XX se halló, por piezas, una escultura que a día de hoy se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid. Se trataba de lo que se bautizó como el «Baco de Aldaia». Este hallazgo fue el que impulsó a José Ferrandis, aldaiero arqueólogo e investigador de la UPV, a buscar un acuerdo con el ayuntamiento de la localidad para intentar arrojar un poco de luz al origen del pueblo, ya que no se sabe en qué época exacta se fundó. El estudio de la vila de la «Ereta», de la que poco o nada se conoce, podría ayudar.

«Partimos desde cero. No sabemos si vamos a encontrarnos bajo suelo restos de una edificación de 500 metros cuadrados, más esculturas, u otros restos importantes», indicó Ferrandis a Levante-EMV. «El Baco es excepcional. Sabemos que hay una vila romana, bastante rica, pero expoliada durante años por quienes trataban de hacer negocio con el patrimonio», lamentó el arqueólogo.

En este sentido, los investigadores no saben qué podría esconder el subsuelo de estos campos, de propiedad privada de un vecino de la localidad, quien ha decido gustosamente sus terrenos para que los investigadores realicen sus trabajos. «Se ha hecho bastante daño a la vila tras años de expolio», sentenció Ferrandis.

Multidisciplinar

Los trabajos, que se encuentran en una primera fase de preparación del campo de estudio (se pretende comenzar en breve), estarán dirigidos por un equipo multidisciplinar. Por una parte, está el arquitecto Manuel Jesús Ramírez -restaurador de la Lonja de Valencia y director de su Plan Director, y de las Torres de Quart, entre otros edificios- y el ingeniero Francisco García -uno de los mayores expertos en georrádar de España-, acompañados por el arqueólogo Ferrandis „especializado en arqueología romana„. Además, se contará con diversos técnicos del consistorio, lo cuales facilitarán planos y demás trabajo.

Esta fase durará dos años, aunque si los resultados son los esperados, la investigación se podría prolongar con una ampliación del convenio. Entre los objetivos se encuentra el determinar el arco cronológico del yacimiento. «Sabemos que es romano, pero podría ser de cualquier momento entre el siglo III a.C y el V d. C», señaló Ferrandis.

Los expertos intentarán además precisar la importancia de este yacimiento, catalogado por la conselleria, dentro del territorio valenciano, e intentar abordar las relaciones que pudo tener con Valencia y Sagunt.

Tras la fase preliminar, los expertos procederán mediante el georrádar a determinar el alcance de los hallazgos, pero sin excavar. «Se trata de un terreno privado, que aunque nos han dejado entrar, no podemos remover y poner patas arriba», explicó Ferrandis. De este modo, tal vez se realicen prospecciones para recoger material y datarlo, pero siempre sin alterar el entorno. Si el estudio revelara un gran yacimiento, se podrían realizar algunos sondeos manuales o catas mínimas.

El proyecto cuenta con el visto bueno y el apoyo de la conselleria. «La idea es otorgar también una protección legal al yacimiento», detalló el arqueólogo aldaiero. El acuerdo contempla que sea la UPV quien aporte el equipo técnico, con los últimos avances tecnológicos (el georradar es uno de los más modernos), así como el humano, mientras que el ayuntamiento es el que lo financia. La idea del consistorio es redactar un Plan Director que permita abordar su estudio por fases y, en última instancia, poder ponerlo en valor mediante su musealización.

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