El alcalde de Olocau, el socialista Antonio Ropero, meterá un día al mes en su despacho a uno de sus vecinos. Los residentes podrán conocer qué hace su munícipe una mañana cualquiera. «Tenemos que abrir las puertas de los ayuntamientos y las ventanas de nuestros despachos porque tenemos más que nunca la obligación de mostrar sin tapujos el trabajo que llevamos a cabo», explicó ayer Ropero.

El vecino no se separará de su alcalde desde las 9.30 horas a las 14.30. Lo acompañará en su despacho, lo verá trabajar y atender visitas y asistirá a posibles reuniones con los ediles. Conocerá en primera persona cómo es una jornada laboral en el consistorio, qué trámites se realizan y lo qué hacen los funcionarios. La iniciativa se pondrá en marcha ya en septiembre.

El munícipe del PSPV amplió su mayoría absoluta en las últimas elecciones. Subió de 6 a 7 concejales (en la corporación hay 9). Pero el éxito electoral no se le ha subido a la cabeza. «No quiero que la transparencia se quede sólo en los papeoles, sino que sea una realidad», afirmó.