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Primera entrevista al jefe del Ejecutivo autonómico

Puig: "Si alguien como ´El Bigotes´ se cuela en el Palau, lo sacaré por la ventana"

«No seré revanchista, pero buscaré la verdad de lo que ha pasado» - «Le diré a Rajoy que aquí hay cinco millones de españoles maltratados» - «El valenciano ha de tener los mismos derechos; el castellano no está en peligro»

En su despacho del Palau, antes de la entrevista. josé aleixandre

Tanto hablar de la segunda Transición y vista la euforia y el entusiasmo en la fiesta de su entrada en el Palau, parece que esto es la primera Transición, como si hubiera caído una dictadura.

Estos 20 años se han hecho muy largos para mucha gente. Ha sido una forma de gobernar con muchos episodios en los que una parte de los valencianos han sido silenciados. Es evidente que conlleva una respuesta de entusiasmo por parte de muchos ciudadanos.

Por su relevancia social y por el presupuesto Sanidad y Educación son áreas cruciales. ¿No le preocupa que sus titulares, Carmen Montón y Vicent Marzà, no tengan experiencia de gestión?

Pero habrá dos equipos muy potentes, consistentes y con experiencia de gestión en estos departamentos. Y son dos personas jóvenes que tienen la oportunidad de demostrar la cara del gobierno joven, capaz, transformadora. Las caras visibles son jóvenes, creo en ellos y ha sido una buena elección.

En todas las fotos importantes está saliendo usted con Mònica Oltra adosada. ¿Es la constatación de una auténtica bicefalia?

Este es un gobierno con un presidente y una vicepresidenta con fortaleza. Para mí es positivo. El Consell debe ser un gobierno cohesionado. Yo no voy a estar todo el día mirando qué hace cada uno. Tengo absoluta confianza en el papel de la vicepresidenta porque sé que a ella y a mí lo que más nos importa es que este gobierno progresista, valencianista y de cambio tenga éxito.

Se ha visto en el tramo final de la negociación que tienen más sintonía. La comida de tres horas para conocerse fue milagrosa.

Hay muchos malentendidos... Si vemos el conjunto han sido semanas intensas. Hubo momentos iniciales con más tensión, no lo negaré. Pero hemos logrado cerrar un gobierno mucho antes que la mayoría de las comunidades.

¿Ha sido más difícil por las diferencias entre Oltra y Morera?

No voy a hablar de los otros partidos. Son socios de un gobierno de progreso que voy a preservar de cualquier batalla interna partidista. Aquí, por encima de las diferencias de los partidos, hay un gobierno que ha de alejarse de cuestiones partidistas del PSPV o de la coalición Compromís.

¿Garantiza al 100% que será un Consell para cuatro años?

Al 100% no se puede garantizar nada, pero mi voluntad claramente es que sea un Consell para cuatro años. Es que todos los compromisos del Botànic no se pueden ejecutar en cien días.

Con las generales a la vista y los socios de gobierno en competencia directa, ¿cómo va a evitar que la voluntad de marcar distancias provoque una fractura?

Hay que intentar blindar el Consell para que no se vea afectado por un período electoral. Es verdad que tenemos que ir aprendiendo esta cultura de la diversidad y de la coalición y del pacto. Que cada partido tenga la libertad de hacer ofertas y tener su posición sin que las diferencias afecten al gobierno.

¿El Consell para gestionar y las Corts para el debate, lo que no supo hacer el tripartito catalán?

Efectivamente. Las Corts son un espacio más de configuración política y el gobierno, más de gestión. No hablo de gestión administrativa sino política. Este gobierno ha de salir a la calle, pisar las comarcas, prestigiar la Generalitat...

¿A quién no dejará entrar jamás en el Palau y quién se encargará del cordón sanitario para evitar que tipos como ‘El Bigotes’ se metan hasta la cocina?

No puedo garantizar al 100% que gente así no entre en el Palau, pero los valencianos han de tener claro que sí este tipo de gente se cuela, la sacaré por la ventana.

Ha llamado a Rajoy para pedirle una entrevista reivindicativa, como anunció, y de momento no le ha cogido el teléfono. Pues empezamos bien.

Es un día muy especial, está todo el problema de Grecia... pero yo espero que la lealtad que nosotros anunciamos sea de ida y vuelta.

¿Piensa pedirle ya los 1.300 millones...?

En la primera reunión le voy a explicar la realidad de la C. Valenciana y su financiación. Que tenemos un déficit de partida, que ahora deberíamos resolver con esos 1.300 millones. De lo contrario será imposible. Quiero decirle a Rajoy que ha de entender que éste no es un problema de los valencianos, sino de los españoles. Como presidente del Gobierno de España no puede seguir sin aplicar la Lofca en su literalidad. Le diré que hay cinco millones de españoles maltratados por el Gobierno. Hay que evidenciarlo y solucionarlo. Han convocado urgentemente el Consejo de Política Fiscal, pero no es razonable que se convoque cuando faltan muchos gobiernos por constituir. Por eso pediría un aplazamiento.

Ha reiterado que un eje clave será dar la batalla a Madrid para lograr una financiación justa. Incluso en el caso de gobernar Pedro Sánchez, ¿su lema sería antes valenciano que socialista?

Antes que nada, demócrata. Valenciano por supuesto y efectivamente si se diera esa contraposición, yo soy presidente de todos los valencianos por encima de cualquier ideología. La misión de un presidente es gobernar para todos. Siendo consciente de cuáles son tus ideas, pero éstas no pueden condicionar de forma partidaria el futuro del país. Lo he dicho delante de Pedro Sánchez. Hemos conseguido que el PSOE en el Congreso haya votado tres veces a favor del cambio del sistema de financiación para mejorar la posición valenciana Es un camino que hay que seguir recorriendo y que no estará exento de tensiones. Ser presidente de la Generalitat exige una mirada muy por encima del cualquier partidismo.

Sí, pero no es lo mismo que el PSOE secunde al PSPV en la oposición. ¿Hasta dónde llegaría usted en esa tensión de la cuerda si gobierna Pedro Sánchez?

Hasta el mismo punto que en cualquier gobierno. Durante demasiado tiempo los partidos han capturado las instituciones, que representan al conjunto de los ciudadanos. Hay que trabajar pensando en todos y asumir el papel de cada institución.

¿Impulsaría una manifestación unitaria por la financiación como la que se montó en Cataluña por el derecho a decidir sobre la independencia?

Tenemos una estrategia y pasa inicialmente por el diálogo, no hay una solución mejor. Hasta el Nou d’Octubre tenemos que plantear con toda rotundidad la situación reivindicativa de los valencianos.

Esa es la gran bala que tiene el Consell y en la que cuenta con el aval de toda la sociedad. Si falla y no mejora la financiación, ¿qué les quedará?

No puede fallar porque el problema es la viabilidad de la Generalitat y se ha de resolver de una u otra forma. De lo contrario, entraremos en colapso. Realmente ya lo estamos. Estos años con el FLA simplemente se ha mantenido la respiración asistida. Hemos perdido un grado de autonomía muy elevado.

Con 40.000 millones de deuda y los compromisos adquiridos en ese giro social. ¿No teme que toda la ilusión y esperanza se transforme en decepción y frustración?

Sí, las altas expectativas tenemos que saberlas transformar en realidad. Y tenemos que ser conscientes de las limitaciones del gobierno, hacer una gran labor pedagógica y mantener la conexión permanente con los ciudadanos. Cuando ayer entraron en el Palau, entraron de verdad, para quedarse.

¿Ha encargado a alguien de confianza que de vez en cuando lo reubique en la realidad para no ser presa del síndrome del Palau, como algún predecesor suyo?

Mis amigos son los de siempre y sé que ellos, a los que intentaré seguir viendo a menudo, garantizarán que nunca me aleje de la realidad. Cuestión distinta es que la realidad a veces es dura y la acción de gobierno está limitada. Tengo la ventaja de que miro el poder con una cierta distancia. Mi relación con el poder es agnóstica. El haber estado gobernando me lleva a tener una cierta prevención también respecto al poder. Tengo dos magníficas personas que me recordarán siempre que no tengo que alejarme de la realidad: mis dos hijos.

Se acaba hoy el plazo para poder revertir el ERE de extinción de Canal 9. ¿Tienen decidido cómo reabrirán RTVV?

No hay una decisión tomada. La que se tome ha de tener cobertura legal y económica. Es necesario garantizar un modelo con el que hay amplio consenso, una televisión pública, de calidad, en valenciano, con modelos ya experimentados como la TVE de Zapatero, pero hay que ver cómo ponerla en marcha, el dinero con el que contamos y la viabilidad jurídica.

Ese Estado libre asociado al Consell que es Antonio Montiel (Podemos) aboga claramente por la refundación.

Desde la perspectiva ideológica y del funcionamiento económico me parece correcto esa visión.

¿Qué aprovecharía de lo que había en Canal 9?

Las instalaciones, el patrimonio audiovisual, la tecnología, aunque mucha esté superada no estamos para grandes inversiones.

¿Cuántos pueblos se pasó Carolina Punset (Ciudadanos) al criminalizar al Consell por el «nacionalismo» del Bloc y con sus ataques a la inmersión lingüística?

No es justa ni con la posición de Compromís ni con el Acord del Botànic, que en ningún sitio alude a ningún nacionalismo excluyente. No está en la hoja de ruta de este gobierno. Yo intenté explicarle que no se puede menospreciar el valenciano. Nosotros no hablamos valenciano para fastidiar a nadie, sino porque es nuestra lengua. Es bastante elemental. Y ha de tener los mismos derechos que el castellano. Son las dos lenguas oficiales y aquí el castellano no está en peligro.

¿Teme que para ocupar el hueco del PP Ciudadanos agite la cuestión lingüística y reabra heridas y fracturas superadas?

Cualquier cosa que pueda alterar la convivencia me preocupa. Porque además pone en peligro la propia naturaleza de la cuestión. El valenciano se debilita cuando hay polémica. Hay que hacer un esfuerzo por superar situaciones del pasado y absurdas.

El conseller de Educación es profesor de inglés. Usted insiste en la necesidad de potenciar esta lengua.¿Qué importancia tiene para el nuevo Consell?

Es muy importante, una cuestión fundamental. La número dos de la candidatura socialista por Castelló es catedrática de Filología Inglesa. Es fundamental, pero hay que acertar con la pedagogía y el éxito escolar. Mejorando los recursos. El problema de la educación no es de ley, es fundamentalmente de recursos. La misma ley rige en Asturias que en la C. Valenciana y la diferencia de fracaso escolar es abismal.

Ha dicho muchas veces que su Consell no será revanchista. ¿No se pasarán al menos hasta las generales sacando facturas escandalosas de los cajones?

No será desde luego un gobierno revanchista pero sí un gobierno que buscará la verdad, porque los ciudadanos tienen derecho a saber qué ha pasado.

El primer decreto que firmará dice que será la supresión del copago. ¿Qué otras medidas adoptará en el primer pleno?

Derogar el copago es urgente. Será esta semana o la que viene en función del informe jurídico, pero el compromiso de acabar con el copago confiscatorio se cumplirá.

La política es en parte gestos y más ahora. El alcalde Ribó va en bicicleta y ha abierto las puertas del ayuntamiento a los ciudadanos. ¿Abrirá usted las del Palau?

Ya abrimos las puertas para hacer una recepción totalmente popular el domingo, vino el que quiso. El simbolismo de entrar en el Palau estuvo muy bien. El símbolo más importante será recuperar la dignidad de la Generalitat, que se ha evidenciado en la petición de perdón a las víctimas del metro. Intentar recuperar la conexión con el ciudadano perdida por la corrupción, desatención y por una cierta soberbia. No es labor de un día. Ha de haber un nuevo estilo de gobierno. He hablado con la vicepresidenta la posibilidad de hacer una Carta de Gobierno sobre el estilo de gobierno y unas cuestiones éticas básicas.

La relación del Palau con la alcaldía de Valencia ha sido de madre e hijo político o de boicot y competencia. ¿Y ahora qué?

Será de respeto. Me ha parecido muy positiva esa actitud de reposicionar Valencia en la Comunitat. El gesto de Ribó de ir a Alicante me pareció positivo. Es increíble que antes no fuera la alcaldesa. Valencia ha de desempeñar con generosidad el papel de Cap i Casal.

Echará mano de las diputaciones para financiar los planes de emergencia social. La de Castelló y Alicante están en manos del PP.

Hay que superar el tiempo de las diputaciones clientelares, caciquiles y de enchufismo y reforzar un modelo sobre dos ejes: el apoyo al que tiene la legitimidad de origen, que son los ayuntamientos, y el espacio de cooperación con la Generalitat. El taifismo se ha de acabar.

¿Cuánta gente le ha pedido ya favores estos días?

La gente te dice ‘no nos falléis’ y sientes presión. Muchos, dependientes por ejemplo, que han estado abandonados te cuentan cosas, como una señora con un hijo con gran dependencia al que le han reducido la ayuda con trampas. Gente que te cuenta su angustia al estar en paro, pero otro tipo de favores menos nobles no. Haremos políticas de igualdad, no clientelares.

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