Una joven de 24 años ha permanecido ingresada en el Hospital General de Castelló durante tres días por la picadura de una araña «Loxosceles rufescens», que le produjo una necrosis (muerte del tejido) de ocho centímetros. Los hechos tuvieron lugar el lunes en Orpesa y, gracias a los conocimientos de una médico que se encontraba de guardia en el centro de salud de la localidad, se identificó rápidamente la enfermedad, que no es muy habitual. Además, ello evitó que el veneno alcanzara la circulación, circunstancia que le habría causado la muerte.

Todo ocurrió el lunes por la noche —estas arañas son de hábito nocturno— en un jardín del municipio de Orpesa. Allí se encontraba la joven cuando notó que algo le había picado en el muslo. No obstante, según ha podido saber Levante de Castelló, en un primer momento no le dio importancia hasta que, transcurrida una hora, empezó a salirle una mancha negra producida por el veneno de la araña.

Rápidamente, la joven acudió al centro de salud de Orpesa donde inicialmente no sabían lo que podía haber ocurrido. Fue una médico que se encontraba de guardia quien supo identificarlo rápidamente ya que ella presentó un caso de «loxoscelismo» a un congreso. Esto permitió que la paciente fuera trasladada al Hospital General de Castelló donde permaneció en la Unidad de Corta Estancia (UCE) durante tres días para observar la evolución de la necrosis. Los más importante era controlar que el veneno no entrara en contacto con la circulación de la sangre ya que ello le hubiera provocado la muerte.

Cuando salió del centro de salud la mancha tenía cinco centímetros de grande y al llegar al hospital ya había aumentado a ocho centímetros. Según fuentes hospitalarias, la joven fue dada de alta el miércoles.

Más datos

Cabe señalar que este tipo de picaduras son muy poco frecuentes en la zona peninsular, más habituales en la zona del Mediterráneo, concretamente, la especie «Loxosceles rufescens». Se trata de una entidad de difícil diagnóstico por se poco habitual. La araña «Loxosceles rufescens» es originaria de Sudamérica, aunque también se encuentra en la zona del Mediterráneo, y es peligrosa para el hombre. No es una araña doméstica pero, en ocasiones, se ubican en los hogares para encontrar refugio durante los meses de invierno y se pueden encontrar en sitios estrechos, como detrás de los cuadros de pared y debajo de los armarios. Miden entre 10 a 15 milímetros y se caracterizan por ser poco agresivas, solo muerden si se les provoca.