El reloj apuntaba hacia las dos de la madrugada de ayer miércoles cuando un estruendo sorprendió a los vecinos de Sumacàrcer que todavía permanecían despiertos por voluntad propia o por los coletazos de una jornada asfixiante. «Me cuentan que fue un ruido como si se vaciara un contenedor de vidrio», relataba el alcalde de la localidad, Txema Peláez. Casi la mitad de las tejas realizadas en cerámica vidriada que recubren la cúpula de la iglesia de San Antonio Abad se desprendieron de forma simultánea, provocando el estruendo. El párroco, Salvador Romero, comentó que si bien se desconocen las causas concretas de este desprendimiento, se sospecha que las altas temperaturas del día anterior pueden estar en el origen.

«Ayer (por el martes) en Sumacàrcer se alcanzaron los 45 º y es fatal si se tiene en cuenta la dilatación de las juntas durante del día y después el cambio de temperatura o que además también había entre ellas varios panales de abejas», comentó Romero, mientras detallaba que se trata de una cúpula «grande y muy pronunciada» y que, probablemente, el derrumbe pudo comenzar en la parte más alta y ha arrastrado al resto. El alcalde, por su parte, comentó que parecía que la cúpula «se había derretido como un cucurucho». Aunque la medición no es oficial, Txema Peláez señaló que el termómetro marcaba en Sumacàrcer a las 15,30 horas 46 º. «Estábamos más o menos como en Xàtiva», donde se marcó el registro más alto de la Comunitat Valenciana.

Afortunadamente, las tejas cayeron en las cubiertas laterales de la propia iglesia „apenas un par de cascotes rebotaron hasta el patio de una casa rural contigua„ y no hubo que lamentar daños personales. El ayuntamiento ha cortado el tramo del paseo fluvial más próximo a la iglesia para evitar cualquier percance en caso de que se produjera algún otro desprendimiento en la parte de la cúpula que mantiene intacta la cerámica de color azul tan característica de estas cubiertas. El alcalde señaló que si el desprendimiento se hubiera producido en el otro lateral las tejas muy probablemente hubieran llegado al paseo fluvial, una zona muy transitada incluso por la noche en días como el martes en que el calor había sido realmente asfixiante.

Un arquitecto del arzobispado se desplazó en la tarde de ayer a Sumacàrcer para inspeccionar la cúpula de la iglesia y, según detalló el párroco, el desprendimiento sólo había afectado a la parte exterior, aunque el técnico había podido apreciar algún pequeño daño interior en forma de grieta, lo que no impidió que Romero se mostrara contundente al señalar que «la cúpula está en perfecto estado». «Afortunadamente no hay que lamentar ningún daño personal, lo que sea material se solucionará de una forma u otra, pero es un palo», comentó el sacerdote, mientras advertía que es aconsejable acometer la reparación «cuanto antes» para evitar que cualquier tormenta pueda generar desperfectos más graves en el interior del templo.

Una construcción del s. XVIII

La iglesia de San Antonio Abad data del siglo XVIII aunque, según el párroco, la cúpula posiblemente es posterior. Romero comentó que le habían indicado que el cimborrio se vio afectado por la caída de un rayo que ya provocó una reparación que no supo datar. El templo, por su parte, fue rehabilitado tras las inundaciones de octubre de 1982 que también causaron graves daños en esta localidad de la Ribera Alta.

La hora en que se produjo el desprendimiento no impidió que algunos vecinos se percataran de lo que había sucedido en la cúpula y el percance corrió como la pólvora a través de las redes sociales, si bien fue en la mañana de ayer cuando numerosos vecinos, incluido el párroco, pudieron comprobar el alcance del desprendimiento. Con todo, el alcalde de Sumacàrcer comentó que el estruendo de la caída de tejas dejó desconcertados en un primer momento a un grupo de personas que se encontraban en el chiringuito y que, pese a escuchar perfectamente el ruido, no podían concretar su procedencia.

«Parece que no hay daños graves, pero sí es muy llamativo», expresó el alcalde.