La compraventa de viviendas ha ido consolidando una recuperación que empezó en 2012 y que el año pasado alcanzó niveles muy similares a los años previos a la crisis económica.

Según los datos del Ministerio de Fomento, en 2014 hubo un total de 372 transacciones inmobiliarias, el 98% de las cuales se realizaron sobre viviendas de segunda mano ya que lo que sigue aún paralizado en Cullera es la nueva construcción. La cifra se aproxima mucho al número de operaciones que se realizaban hace unos ocho años. Los expertos sitúan el inicio de la crisis del ladrillo entre finales de 2007 y principios de 2008. En estas dos anualidades se realizaron un total de 473 y 348 operaciones de compraventa respectivamente. Pero, incluso, los datos de 2014 podrían mejorar porque las cifras relativas al último trimestre del año pasado aún son provisionales.

Desde el sector se considera que hay tres factores que han influido de manera clave para que se recupere el mercado inmobiliario. Por un lado, la gente ha empezado a perder el miedo y ha dejado de guardar el dinero debajo del colchón. También ha habido una recuperación en la concesión de créditos, aunque, eso sí, los bancos siguen buscando a un cliente que tenga un buen perfil y garantice solvencia. La tercera causa de esta recuperación, según los expertos, son los precios que siguen manteniéndose a la baja. Actualmente se venden más viviendas que durante los años más duros de la crisis económica, pero entre un 30% y un 40% más baratos que hace unos 10 años.