Dos agentes de la policía local de Náquera se personaron recientememente en una discomóvil, organizada por el ayuntamiento y coorganizada por la Regina de Festes y su Cort d’Honor, para pedir el seguro del espectáculo y un permiso específico para montar una barra con bebidas alcohólicas. Las coorganizadoras del acto, no tenían copia del primer papel aunque estaba firmado en la secretaría del consistorio. Y el segundo, que lo concede la Generalitat, no se ha solicitado nunca en Nàquera ni en ningún sitio, según explican fuentes municipales.

El resultado de esta actuación ha sido que el propio jefe de la policía envió un informe a la Generalitat el martes pasado para que sancione al Ayuntamiento de Nàquera, y por tanto, al alcalde Damián Ibáñez, su jefe, como organizadores del acto; y a las chicas, como coorganizadoras. Ibáñez ha comunicado a las jóvenes y sus familias que no tienen que preocuparse porque en caso de que esta denuncia prosperase será el consistorio quien asuma cualquer responsabilidad subsidiaria. Eso ha tranquilizado a la Reina, Maica Catalá, su Corte de Honor, y a sus familias, ya que los dos agentes que intervinieron las informaron de que sólo por no tener el seguro para el espectáculo les podían poner una multa de hasta 30.000 euros, en caso de que ocurriese algún altercado. Las chicas, tras el disgusto y muchos lloros, llamaron al alcalde y a otras autoridades esa misma noche. Además de que las familias de las afectadas y un buen número de colectivos festivos y sociales también están indignados con los agentes.

El malestar por la actuación policial es grande. En un comunicado colgado en La Veu del Poble, un sitio local de una red social, las festeras afirman: «La Corte y Reina se sintió intimidada por la policía, por las formas en las que transcurrieron los hechos y por las cosas que se nos advirtió que nos ocurrirían si había problemas». Una falla local, l’Encarnació, decidió pocos días después suspender una discomóvil por el temor a alguna multa de la policía. Por su parte, Damián Ibáñez va a reunir a todas las asociaciones festivas junto al jefe de la policía local «para ajustarse al máximo a la legislación vigente y evitar problemas como en la última discomóvil; y para atenuar el malestar que se ha generado, de cara al período estival que comienzan en la localidad». Asimismo, ha garantizado «que las fiestas seguirán su cauce normal, entre ellas, els Bous al Carrer con la Peña Taurinsa y la peña del Cuerno», que se especulaba con que no se iban a hacer. Este diario trató ayer de recabar la versión de los propios agentes de policía pero sin éxito.

Huelga a la japonesa o exceso de celo policial

Diversas fuentes consultadas por Levante-EMV, de dentro y fuera del equipo de gobierno local, enmarcan esta propuesta de sanción elevada por la policía local a la Generalitat en una huelga a la japonesa de los agentes. El alcalde, a la vez delegado de seguridad ciudadana, se niega a pagarles las horas extras al precio que quieren los policías y la respuesta de estos para presionarle podría ser aplicar la ley a rajatabla.