El mosquito tigre (Aedes albopictus) es una especie originaria del sudeste asiático que, a diferencia de los mosquitos autóctonos, se cría y vive mayoritariamente en viviendas y lugares privados. Por eso, controlar a este insecto es una tarea que depende de los propios ciudadanos y, en menor medida, de las Administraciones públicas, según explicaron ayer en Benifaió Pedro M.ª Alarcón, profesor de Biología en la Universidad de Zaragoza, y David Bravo, director técnico de la empresa CTL Sanidad Ambiental.

La gente juega un papel fundamental a la hora de evitar la proliferación de este insecto, ya que el 95 % se cría en lugares privados, según advirtió Bravo. A diferencia de los mosquitos autóctonos, que suelen preferir las acequias y las grandes acumulaciones de agua estancada, el mosquito tigre es de carácter urbano porque opta por las pequeñas concentraciones de agua, como macetas, bebederos de animales, pilas para el lavado de ropa, botellas rotas, latas vacías o, incluso, los juguetes con agua, tan populares ahora en verano.

El mosquito tigre es capaz de criar en cualquier acumulación de agua de un jardín que permanezca más de cinco días estancada. Las larvas de esta especie se desarrollan en recipientes donde existen pequeñas cantidades de líquido, sobre todo si se hallan en lugares sombreados, como jarras o cubos. Además, «su radio de acción es corto, de unos 100 metros desde donde se cría», añade Bravo, por lo que las labores preventivas que adopten las familias serán directamente proporcionales al peligro que evitan.

La picadura del mosquito tigre es muy molesta incluso se realiza a través de ropa fina, como calcetines o ropa interior. Estos insectos se muestran muy activos con la llegada del calor. Son tan sigilosos que en muchas ocasiones ni notamos que se han posado en nuestra piel.

El insectoprocede del Sudeste de Asia y su presencia en Europa está registrada desde los años ochenta. La llegada de esta especie se ha convertido ahora en un problema para la Ribera y otras comarcas. Cullera y Sueca fueron de las primeras poblaciones de la comarca de la Ribera que se vieron afectadas por la presencia de esta especie invasora hace ahora dos años. Pero Benifaió se ha librado de momento de este incómodo visitante. Bravo quiso destacar la sensibilidad que han tenido en este municipio para llevar a cabo una campaña de prevención e información antes de verse afectados.

Pese a que el mosquito tigre se cría principalmente en las viviendas, la empresa CTL Sanidad Ambiental ha colocado una serie de trampas en diversos lugares públicos de Benifaió, como la piscina, el cementerio y diversos jardines. Estos objetos, formados por una placa de madera que se coloca en las macetas y a la que se adhiere el mosquito, servirán para identificar y estudiar este especie. Mientras que, para evitar la aparición de este insecto, Benifaió también está llevando a cabo tratamientos con larvicidas por toda la población desde marzo hasta noviembre.