José Manuel Prieto, coportavoz del Gobierno local de Gandia, anunció hace unos días que el cementerio de la ciudad tiene un «grave problema» de falta de espacio, lo que está obligando a enterrar a fallecidos en nichos que ya habían sido ocupados anteriormente.

Además, el Gobierno aprobó la construcción urgente de 72 nichos para abastecer la demanda, dado que se está enterrando. En Gandia fallecen al año una media de 400 personas.

Miguel Ángel Picornell, concejal de Servicios Básicos al Ciudadano, quiso aclarar ayer, tras la confusión creada entre los vecinos, que no se están retirando los restos de personas fallecidas, sino que lo que se hace es utilizar los nichos que están vacíos porque los cuerpos han sido trasladados a otros lugares anteriormente. t. á. c. gandia