La superficie de viñedo inscrita en el consejo regulador de la denominación de origen protegida Utiel-Requena continuó descendiendo el pasado año, pero ha ralentizado su descenso. Concretamente se registró una pérdida de 196 hectáreas, que afectó principalmente a las variedades Bobal y Tempranillo.

Por el contrario, aumentó la superficie de variedades aptas para la elaboración de cavas como es el caso de la Macabeo, que ganó 115 hectáreas. También creció la superficie destinada al cultivo de las variedades Syrah, Pinot Noir, Garnacha, Chardonnay y de Cabernets. Entre las variedades que han perdido superficie destacan la Bobal y la Tempranillo. En menor medida también han visto reducida su extensión la autóctona blanca Planta Nova, la Merseguera y la Merlot.

En Utiel-Requena y en los últimos 30 años la mayor superficie de viñedo se alcanzó en 1993 cuando el organismo regulador registró 41.935 hectáreas y aunque fue descendiendo durante los años siguientes, no hubo caídas significativas hasta el 2009. En ese año el potencial vitícola de Utiel-Requena era de 39.964 hectáreas y en los tres años siguientes cayó hasta las 34.638 que se contabilizaron en 2012.

Esta disminución tan acusada del viñedo en tan corto periodo de tiempo fue una consecuencia del último plan de abandono definitivo del viñedo de la Unión Europea, al que se acogieron muchos viticultores de la zona que en una amplia mayoría de los casos se trataba de agricultores mayores ó jubilados que en su actividad no tenían relevo generacional. Un hecho destacado del viñedo de Utiel-Requena es la pérdida de peso que ha registrado la variedad de uva Bobal. Así mientras en 1987, la Bobal representaba más del 92% de la superficie total del viñedo en 2014, no llegaba al 74%.

Otras variedades

El motivo de la pérdida de superficie de Bobal ha sido la introducción de otras variedades en la comarca como es el caso de la Tempranillo, la Macabeo, la Garnacha y la Merseguera, entre otras.