La Casa Museo Joan Fuster abrirá sus puertas al público antes de que finalice 2015. Una reivindicación histórica que llega 20 años después de que la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Sueca firmaran un convenio para convertir la casa donde vivió el escritor en un centro de cultura y de estudio en memoria del autor.
Con dos décadas de retraso, las instalaciones están listas para convertirse «en un referente de las letras valencianas», sentencia el edil de Cultura de Sueca, Vicent Baldoví. El concejal aclara que tan sólo queda pendiente un punto, se trata de la licitación de los contratos de gestión del museo. Un servicio que espera «asuma la administración pública en un futuro, pero que por el momento llevará a cabo una empresa al no poder efectuar contrataciones el ayuntamiento por cuestiones de racionalización».
Hace veinte años se compró la casa de Sueca a su heredero, Josep Palacios. Según el acuerdo de compra, el inmueble se convertiría en la sede de la Biblioteca valenciana y habría de acoger el legado del escritor, es decir, los 24.100 libros de su colección particular, su 2.500 folletos, 16.000 revistas y periódicos, sus 25.000 carta manuscritas, 2.000 fotografías y las 250 piezas artísticas entre las que destacan cuadros de Joan Miró, Antoni Tàpies y Josep Renau así como las esculturas de Alfaro.
Retiraron la custodia
El Ayuntamiento de Sueca adquirió la casa adjunta para disponer de más espacio. Pero, en 1998, los albaceas de Joan Fuster retiraron a la Generalitat Valenciana la custodia del legado del escritor por incumplimiento de los acuerdos.
Mientras tanto, en 1997, el Ayuntamiento de Sueca y los albaceas del escritor declararon el Año Fuster, que constó de un conjunto de actos para conmemorar el 75º aniversario del nacimiento del escritor y el quinto desde su muerte.
La casa del escritor, sin cuya obra no se entendería buena parte de la política valenciana del último medio siglo, está cada día más cerca de convertirse en un santuario dedicado a los libros.
Desde entonces y hasta el momento la Casa Museo de Joan Fuster permanece cerrada al público aunque esto no significa que el patrimonio del escritor de Sueca no haya estado bien custodiado.
Entre los 24.000 ejemplares reunidos figuran libros de los siglos XVI y XVII, ordenanzas antiguas de la ciudad de Valencia, una reproducción de los antiguos Furs así como una de las mejores colecciones de geografía valenciana. Joan Fuster compraba en librerías de viejo, dicen, y siempre iba acompañado de Josep Palacios, su heredero, aunque la mayor parte de los fondos eran regalos que la gente le hacía.
A finales de este año, según ha confirmado el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Sueca, Vicent Baldoví, la Casa Museo Joan Fuster será abierta al público para que todos entiendan y para que todos sean partícipes del ilustre escritor e intelectual que fue este vecino de la localidad de Sueca.
