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Medidas

La CHJ deja de nuevo sin agua el Assut de Antella para ahuyentar a los turistas

La confederación baja el nivel del Júcar por segundo fin de semana seguido tras el ahogamiento

La CHJ deja de nuevo sin agua el Assut de Antella para ahuyentar a los turistas

Lo que la pasada semana sólo se podía afirmar mediante hipótesis „dado que la Confederación Hidrográfica del Júcar no lo aceptaba„, ahora se puede defender sin miedo. Como contó el periódico Levante-EMV en exclusiva, tras la muerte de un joven colombiano en el Assut de Antella hace alrededor de quince días, la CHJ ha tomado la medida de dejar sin agua el paraje natural los fines de semana para que los miles de visitantes no encuentren los típicos atractivos hídricos en el paraje natural ribereño y dejen de acudir en masa, provocando muchos de los problemas por lo que los vecinos de la localidad protestan y que han ocasionado desgracias en los últimos años. El sábado volvieron a reproducirse los cortes de agua de la semana anterior, con los que la popular «sillería» de la azud queda sin caudal y se pierden muchos de los atractivos de diversión que encuentran los turistas.

Además, proliferan los malos olores como consecuencia de la descomposición de algunas especies florales. No fueron pocos los visitantes que se llevaron una buena decepción cuando el domingo acudieron al paraje y lo encontraron sin caudal. Algunos, incluso, optaron por anular su jornada en Antella y buscaron nuevos emplazamientos. La confederación pretende que los turistas «domingueros» anulen directamente su estancia en la azud u opten por no volver el fin de semana siguiente. Tras el fallecimiento del vecino colombiano que vivía en Murcia, se abrió un nuevo debate sobre las medidas que debían ser tomadas por las diferentes administraciones competentes (ya fuese de forma legal o moral). Muchas voces hablaban del establecimiento de socorristas para proteger a los bañistas, mientras otros llegaban a argumentar que quizá el cierre de los recintos peligrosos eran la única solución.

El hecho es que el fallecimiento de este verano era el sexto en diez años, con dos ahogamientos anteriores en Antella y tres más en Sumacàrcer, todos en similares circunstancias al verse sorprendidos por las características de un río que no está acondicionado para el nado. De hecho, está prohibido en las dos localidades.

Aparentemente, la Confederación Hidrográfica del Júcar no tomó ninguna medida pero el fin de semana siguiente al fallecimiento (y tras convertirse la noticia en información a nivel nacional) el paraje natural apareció totalmente seco, en una imagen que normalmente se produce en la segunda semana de septiembre, cuando se da (simbólicamente) por cerrado el verano. La situación se ha repetido este fin de semana, con un descenso del nivel del agua que pudo ser visible el sábado y se prolongó hasta el domingo por la tarde-noche. Es la iniciativa que ha tomado la CHJ.

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