Un menor de doce años tuvo con el corazón en un puño tanto a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Gandia como a la Policía Local. Todo, porque contó una fantasiosa historia que vistió de realidad y que consiguió convencer y enternecer a todos pero que, a la postre, resultó ser toda una invención para tapar lo que en realidad había sucedido, que llevaba dos días desaparecido de su casa.
El asunto empezó cuando los agentes de la Policía Local recibieron el aviso de un menor de doce años que les indicaba que había perdido las llaves de su casa y no podía acceder a la misma. Con la ayuda de los bomberos, los agentes abrieron la vivienda y, al comprobar que no había nadie más se interesaron por su situación. Según las fuentes consultadas por este periódico, el pequeño contó que sus progenitores se habían ido a Ecuador, país de origen de la familia, y le habían abandonado en Gandia. En la casa, dijo, le dejaron comida para los próximos seis meses.
La historia la vistió aún con más dramatismo cuando dijo que padecía una enfermedad de la que tenía que ser tratado. Los agentes rápidamente dieron aviso a los Servicios Sociales para que se hicieran cargo del asunto e iniciaran los trámites oportunos para mandar el caso a la Fiscalía de Menores.
El pequeño fue trasladado al hospital comarcal de Gandia, donde iba a ser tratado de la enfermedad que padece. También se dio aviso a la Policía Nacional para que iniciara una investigación sobre lo ocurrido e intentara ponerse en contacto con los padres. Por la tarde, el concejal de Servicios Sociales, Nahuel González, incluso dijo a este periódico que tenía la intención de visitar al menor al centro sanitario en el que estaba ingresado para interesarse por su estado. La Policía Local, por su parte, lo dispuso todo para remitir el caso a la Fiscalía de Menores e incluso se habló de que el pequeño sería enviado a un centro de menores en Valencia.
Denuncia de la madre
La realidad era que el niño se ausentaba de casa desde el sábado. El domingo, su madre interpuso una denuncia ante la Policía Nacional. Así, cuando los agentes de este cuerpo acudieron al hospital Francesc de Borja tras ser requeridos por la Policía Local descubrieron que el niño que se encontraba ingresado diciendo que había sido abandonado por sus padres era, en realidad, el mismo al que su madre buscaba desde hacía dos días. Así, los agentes requirieron a la progenitora, que se desplazó hasta el hospital y se hizo cargo del menor, demostrando, por tanto, que no se había ido a Ecuador, como este había denunciado.
