Una empresa promotora asturiana, en sociedad con un inversor valenciano (cuyo nombre no se ha facilitado), ha adquirido tres de los bloques de viviendas que la empresa Mercado de Construcciones, propiedad de Bautista Soler, edificó en primera línea de la playa de la Patacona. Dos de estos inmuebles, separados por una calle peatonal, estaban destinados a ser un mismo hotel en el que ambos edificios estarían unidos a través del subsuelo. En cambio, la nueva propietaria de estas fincas de cuatro alturas ha renunciado al proyecto hotelero y apuesta por que los edificios contengan únicamente apartamentos turísticos.
De hecho, en el tercer edificio las obras ya se han iniciado „o, mejor, reiniciado, ya que la estructura está levantada desde hace al menos cinco años„ y contiene once apartamentos de dos y tres habitaciones, de entre 100 y 200 metros cuadrados. Según fuentes de la promotora AyC Homes, encargada del desarrollo del proyecto, el metro cuadrado de estos apartamentos se está vendiendo por entre 2.860 y 4.600 euros el metro cuadrado.
La empresa asturiano-valenciana no ha adquirido los bloques de viviendas a Bautista Soler sino al Banco Santander, uno de los acreedores (como la Sareb, BBVA y en su día Banesto) de Mercado de Construcciones. El Santader también es propietario de otros edificios de la Patacona como la torre de oficinas situada junto a la iglesia de Vera y cuya venta también se está tramitando, tal como publicó este periódico el pasado sábado. Ya hace años que Soler cedió la propiedad de cuatro bloques de edificios de la Patacona en tercera línea de costa al Santander a cambio de la deuda y fue Altamira (filial inmobiliaria de la entidad bancaria) la que terminó las obras y comercializó los pisos, con importantes descuentos sobre los que Mercado de Construcciones había levantado.
De esta forma, Bautista Soler se ha ido desvinculando de su proyecto más emblemático: el de la urbanización de la playa de la Patacona, donde en 2006, la propia promotora valoraba en 860 millones de euros el valor de mercado de sus más de 1.700 apartamentos y viviendas en el desarrollo, a las que habría que añadir dos centros comerciales. En pleno «boom» inmobiliario, y al calor de la Copa del Américana, cuyo campo de regates se situaría frente a sus pisos playeros, Soler no vio venir la crisis y el descenso vertiginoso en la compra de viviendas, por lo que tuvo que parar las obras de los edificios que estaba construyendo junto al paseo y ceder a la banca varios de los bloques para hacer frente a los préstamos.
Desde entonces, en la cotizada primera línea de playa de la Patacona permanecían los esqueletos de los tres edificios que Soler no pudo terminar. Actualmente, albañiles, arquitectos, aparejadores y demás ya trabajan en el edificio 52 de la avenida Mare Nostrum, paralela al paseo marítimo. Se trata de un inmueble que ya estaba destinado a albergar apartamentos turísticos, como otros edificios similares que Mercado de Construcciones levantó junto al mismo paseo.
