«Los socialistas no se mueren, los socialistas se siembran». Con esta frase de Pablo Iglesias, los representantes del PSPV-PSOE despidieron ayer al concejal Alberto Gradolí de Catarroja, fallecido hace 14 días en Tailandia, en el acto institucional que organizó el ayuntamiento. La frase aparecía en las decenas de rosas rojas que se entregaron a los asistentes en la emotiva celebración, que presidieron el alcalde, Jesús Monzó (Compromís); la diputada provincial, Rosa Pérez (EU-Guanyant); el vicepresidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar (PSPV), y la vicepresidenta de la Mesa de les Corts y alcaldesa de Quart, Carmen Martínez. Concejales de todos los grupos, tanto del gobierno como de la oposición „encabezada por la exalcaldesa popular Soledad Ramón„ se sumaron a las muestras de cariño.

Antes del acto, cientos de vecinos se acercaron hasta el consistorio para firmar en el libro de condolencias, que permanecerá toda la semana a su disposición, ya que ayer no fue posible atender a todos los que acudieron a plasmar por escrito su adiós. Un cuarteto de cuerda de la banda l'Artesana actuó en la sala contigua al salón de plenos y en el acto propiamente dicho tomaron la palabra, además de Monzó, la portavoz socialista Lorena Sirvent y el presidente local, Domingo Raga. Para cerrar intervinieron su cuñado, José Domingo y su hijo, Alberto Gradolí. Entre el público, que abarrotaba todas las salas habilitadas, había una decena de alcaldes de la comarca de diversos partidos, así como numerosos concejales y cargos públicos.

El alcalde Jesús Monzó avanzó la apertura de un expediente para concederle una distinción por los años de «trabajo incansable» por Catarroja «siempre anteponiendo el interés general». «Trabajador», «amable», «cercano», «conciliador», «respetuoso» y «dialogante» fueron algunas de los calificativos que ayer aplicaron al concejal fallecido sus compañeros, además de insistir en que ahora toca desarrollar su proyecto desde el gobierno local tripartito para que su legado no se pierda.

Alberto Gradolí tenía 50 años y llevaba desde 2003 en la corporación de Catarroja. En la actualidad era teniente de alcalde y responsable de áreas como Deportes y el Port, en este nuevo mandato en el que la izquierda recuperó el poder con un pacto.