La campaña impulsada por el Ayuntamiento de Bufali para salvar el colegio de la localidad del cierre ha desbordado las expectativas depositadas en la iniciativa por las autoridades municipales. El consistorio ofreció un puesto de trabajo fijo y una ayuda de 200 euros para el alquiler de una vivienda a una familia con al menos dos niños en edad escolar entre sus miembros a cambio de instalarse en la población. El plazo se cerró ayer y, en solo cuatro días, el llamamiento ha reclutado más de 60 solicitudes procedentes de todas las partes de España: Sevilla, Barcelona, Madrid o Cartagena son solo algunos de los lugares de residencia de los interesados.
El teléfono del ayuntamiento ha permanecido colapsado en los últimos días y el fluido de coches ha sido continuo a las puertas del edificio consistorial. «Llevamos toda la semana con el teléfono», expone a este diario la alcaldesa de Bufali, Estefanía Mollá, totalmente superada por los acontecimientos. «Estamos contentos por la gran respuesta, pero ahora tenemos una gran responsabilidad», enfatiza a continuación.
De momento, el ayuntamiento va a efectuar una selección inicial de 10 familias integradas por al menos dos niños de entre 3 y 8 años. El casting comienza hoy. La alcaldesa subraya un requisito esencial para que los beneficiarios estén en condiciones de ser elegidos: «que sean buena gente». El lugar de procedencia, añade, no importa. Ante la complejidad del asunto, el equipo de gobierno tiene pensado celebrar una asamblea con los vecinos para involucrarlos en la importante decisión.
El objetivo: que los nuevos moradores se adapten a la perfección en la vida del pueblo, de solo 175 habitantes. Ante el alud de solicitudes, la alcaldesa ha acordado con la empresa de la basura la posibilidad de contratar a más personas en unos meses. La mercantil podría necesitar nuevos trabajadores como transportistas a partir del año que viene.
