La Policía Local de Gandia ha casi triplicado este verano el número de multas a propietarios e inquilinos de apartamentos de la playa por el ruido generado y las molestias que causaban al vecindario. En concreto, se han levantado 405 actas frente a las 180 correspondientes a los meses del verano del año pasado. Cada una de esas multas asciende a setecientos euros.

En este mismo periodo estival también se han puesto 282 multas a locales públicos que seguían abiertos pese a haber superado el horario de cierre, en muchos casos a requerimiento de los vecinos. El año pasado fueron 183. Y, como tercer ejemplo, se han impuesto 33 sanciones a los propietarios de pubs por tener instaladas terrazas en la calle o las aceras a pesar de que está prohibido en la ordenanza municipal precisamente para no generar ruido nocturno. El año pasado por esta misma infracción no se interpuso ni una sola multa.

Son datos que ayer, cerrada ya la campaña veraniega, revelaron la concejala de Seguridad de Gandia, Àngels Pérez, y el jefe de la Policía Local, Marc Cuesta, con la intención de transmitir, especialmente a las asociaciones que piden «mano dura» contra el ruido, que se han dado instrucciones de incrementar la presión policial para acabar con las molestias que generan las actitudes incívicas.

Pérez explicó que el abultado informe de la actuación policial ha venido «por la herencia de turismo de borrachera y por el incumplimiento de las ordenanzas municipales y las de la Generalitat practicadas por el anterior gobierno». Pérez, que apenas unos días después de tomar posesión del cargo participó en la Asamblea de la Asociación de Vecinos por la Tolerancia de la Playa de Gandia, dijo que si se ha registrado un 15 por ciento más de llamadas telefónicas a la policía es porque el ayuntamiento animó a quienes sufren esas situaciones a marcar el número para que los agentes pudieran actuar.

En la aplicación de mano dura a los infractores el jefe de la Policía Local también señaló que, a diferencia de como se hacía antes, ahora los agentes ponen la multa de 700 euros a todas las personas que se encuentran dentro de una vivienda infringiendo las normas y causando molestias. El cambio es significativo porque con el sistema anterior una cuadrilla de amigos podían repartirse el pago de la multa, de manera que resultaba mucho más llevadera.

Predisposición de Turisme

«El actual gobierno dejó clara su postura firme que se cumplieran tanto la ley de Espectáculos de la Generalitat como la Ordenanza Municipal en todos los niveles y esto es lo que ha hecho», señaló Marc Cuesta, quien también explicó que el ayuntamiento va a pedir la intervención de la Agència Valenciana del Turisme para que actúe contra los apartamentos que se alquilan de forma ilegal, en muchos de los cuales se ha detectado las juergas que molestaban a los vecinos. «Ahora existe una predisposición de la Generalitat que antes no existía», dijo Cuesta, en clara referencia al cambio político en el Consell autonómico.