Ni las campañas que alertan de las consecuencias negativas del consumo de alcohol tanto a nivel físico como psicológico, ni la lucha de las autoridades y administración contra la práctica del botellón en la calle son suficientes para que los menores de la Safor abandonen la costumbre de ingerir cantidades de bebidas alcohólicas, sobre todo durante las noches de los fines de semana.

Lo dicen los números. En lo que va de este año, la atención a menores de edad en el servicio de Urgencias del Hospital de Gandia por el consumo de alcohol ha crecido un 16,8 % respecto a 2014.

Del total de personas atendidas entre enero y agosto por intoxicaciones etílicas o borracheras en distinto grado, un 22 % tenía menos de 18 años. Es decir, que casi un tercio aún no había llegado a la mayoría de edad. El año pasado, en ese mismo periodo, el porcentaje fue del 5,2 %.

En total, el servicio de Urgencias ha atendido a 127 personas este año por episodios puntuales relacionados con el alcohol. De estos, 28 eran menores, lo que suponen 24 más que en 2014.

El tramo de edad con un mayor número de atenciones por intoxicaciones etílicas es el que va desde los 18 hasta los 29 años, es decir, el intervalo siguiente al de los menores de edad, con un 41 % del total. Se ha producido un descenso del 15 %, puesto que en ese mismo tramo de edad, el año pasado suponía un 56 % de las atenciones urgentes totales.

Entre los 30 y los 50 años, las atenciones han supuesto un 21,25 %, mientras que los mayores de 50 años se establecieron en el 15 %, lo que supone un 10 % más.

77 hombres y 50 mujeres

En cifras globales, las atenciones por consumo de alcohol se han incrementando en un 65 %. De los 127 casos totales registrados, 77 fueron hombres mientras que 50 eran mujeres.