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ERE

El almacen citrícola Frutsol anuncia un ERE para despedir a 700 trabajadores

El cierre de la empresa de Sollana agudiza la crisis del sector en la comarca - La firma alega que no cuenta con suficiente fruta para procesar esta temporada por el mal momento agrícola

La crisis de los almacenes citrícolas de la Ribera se agudiza. Tras el cierre de varias de estas empresas durante estos últimos años, la compañía Frutsol, ubicada en Sollana y dedicada a la recolección y envasado de naranjas, también ha decidido cerrar sus puertas e iniciar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción para despedir a sus 700 trabajadores, según las fuentes sindicales y de la propia empresa consultadas por Levante-EMV.

Desde Frutsol explicaron ayer que no cuentan con suficiente fruta para procesar esta temporada debido a la crisis agrícola. No obstante, aún guardan la esperanza de que alguna empresa les aporte fruta, con lo que podrían paralizar el ERE y hacer frente a los gastos. En este almacén, que recolecta y envasa naranjas mandarinas y clementinas, señalaron que este año los cítricos no se han pagado a muy buen precio y, además, muchos socios de la empresa se han dado de baja.

Todo esto, unido a la crisis general de la agricultura, les dificulta seguir con su actividad.

Aunque también, según informaron desde el sindicato UGT, la empresa ha alegado razones económicas ante las trabajadores para cesar su actividad. Al parecer, no cuenta con suficiente dinero para iniciar la campaña citrícola.

Al principio, se barajó la posibilidad de llevar a cabo un ERE de suspensión temporal, pero finalmente será de extinción de empleos ante las escasas expectativas de hacer reflotar el negocio, según UGT. Entre los 700 trabajadores afectados hay contratos de todo tipo, pero muchos de ellos eran fijos-discontinuos o fijos. Se trata principalmente de gente mayor de 40 años, que se dedicaba a la recolección, el tratamiento y envasado de la naranja. Frutsol contaba hace años con otras sedes en Picanya y Alcàsser, pero éstas cerraron y se trasladó el personal a la instalación de Sollana, que funcionaba desde 1995.

Indemnizaciones a la plantilla

Ahora se iniciarán las negociaciones entre la empresa y los sindicatos para esclarecer las indemnizaciones que les corresponden a los trabajadores. Desde UGT señalaron ayer que a cada trabajador le corresponde 20 días de indemnización por cada año trabajado, con un máximo de indemnización de un año.

La empresa es quien debería pagar este dinero, pero sino cuenta con recursos suficientes deberá hacerse cargo el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). Aunque, si fuera esta entidad pública la que se hiciera cargo, los trabajadores sólo podrían cobrar un máximo de 18.375 euros de indemnización, cuando a algunos de ellos les corresponde mucho más dinero.

UGT también pide que se priorice a los empleados para que cobren cuanto antes porque actualmente es muy difícil encontrar un empleo. Además, este sindicato reclama que se agilicen los trámites para que los trabajadores rompan su relación laboral con Frutsol y, de esta forma, muchos de los afectados que tienen más de 45 años puedan intentar cobrar un subsidio, según han señalado fuentes sindicales. La decisión de la firma refleja las dificultades por la que atraviesa el sector.

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